Artesanos venezolanos dan otros fines a billetes. (Video: Deutsche Welle)

En agosto de 2018, el gobierno de Nicolás Maduro tomó la determinación de quitar 5 ceros a su moneda. Así nació el bolívar soberano, por lo que los antiguos bolívares se convirtieron en billetes inservibles. Aun así, en las calles de Cúcuta (Colombia) hay quienes todavía los compran.

"Nosotros los utilizamos para hacer carteras", afirma José Luis, un artesano venezolano.

Los antiguos bolívares no son admitidos en las casas de cambio, ni son útiles para comprar productos pero para artesanos como José son materia prima para su trabajo. Asimismo, causan que estos billetes sigan circulando y no caigan en el olvido.

"Hay muchos que lo botan en el río, en la basura. Y nosotros le damos valor a los billetes", añade José.

Lo que los artesanos pagan por los fajos no se basa en la denominación de la moneda sino en su peso. Así, 4 fajos de billetes equivalen a 2,000 bolívares.

Para los venezolanos, los billetes desfasados son una manifestación de la crisis.

"Un alimento allá (en Venezuela) nos vale el doble de lo que cuesta aquí (Colombia) y pues económicamente no es rentable", afirma una venezolana residente en el exterior.

"Un blister de acetaminofen le cuesta 14,000 soberanos y el sueldo es de 18,000" relata otra compatriota suya.

La inflación venezolana superó en enero el 195%. Mientras la economía no se estabilice, los soberanos corren el riesgo de repetir la misma historia.