Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. (Foto: Bloomberg)
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. (Foto: Bloomberg)

Las encuestas sonríen al líder socialista español , ya que vaticinan que ganará las elecciones de este domingo y podría repetir como jefe del Ejecutivo si pacta con otros partidos, una nueva prueba en un político que ha pasado por toda una serie de altibajos y sorteado obstáculos en su propio partido.

Sánchez se convirtió el 1 de junio pasado, con 46 años, en el primer presidente del Gobierno de en acceder al cargo por medio de una moción de censura parlamentaria, ganada al conservador , entonces líder del

Solo disponía de 84 de los 350 diputados del Congreso y su partido estaba a la baja en las encuestas. Entonces decidió que era su momento, jugar fuerte contra el PP -un partido acosado por la corrupción- y conseguir que otros grupos parlamentarios de izquierda, independentistas catalanes y nacionalistas vascos lo apoyaran para sumar la mayoría parlamentaria que necesitaba para ser el nuevo gobernante español.

Jugador de baloncesto en la juventud, aprendió que un lanzamiento a canasta en el último segundo puede decidir un partido, y esto servía para la política.

El gobernó en una anterior etapa desde el 2004, pero se hundió en las elecciones del 2011, cuando obtuvo 110 diputados de los 350 del Congreso.

Sánchez, que era un simple diputado, fue elegido secretario general del PSOE en el 2014 con la esperanza de que los socialistas recuperaran pronto el Gobierno, pero los resultados electorales tampoco acompañaron en el 2015 (90 diputados) y menos aún en el 2016 (84), por detrás del PP, que siguió gobernando.

Tras las elecciones del 2015, Sánchez intentó un pacto de gobierno con el partido Ciudadanos (liberal), pero fracasó y se convocaron nuevas elecciones.

En octubre del 2016, una fuerte división interna del PSOE provocó la dimisión de Sánchez como diputado y líder del partido, pues este se oponía a que los socialistas se abstuvieran para facilitar que Rajoy pudiera ser de nuevo presidente del Gobierno, en contra de la opinión de importantes líderes regionales de la formación.

Pero Sánchez no cayó en la desesperanza, sino que se echó a la carretera para reunirse con militantes de todo el país y siete meses después, en el 2017, volvió a ser elegido secretario general socialista gracias al voto de la militancia, aunque con la oposición de amplios sectores de dirigentes del partido.

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y doctor en Economía y Empresa, finalmente el líder socialista accedió al poder en el 2018 y formó un gobierno que él calificó de "feminista, ecologista, europeísta y social", con la mayor proporción de mujeres de cualquier ejecutivo del mundo.

A pesar de su debilidad parlamentaria, las polémicas sucesivas que han rodeado a su gobierno y la oposición implacable de PP y Ciudadanos, Sánchez trató de alargar su mandato para agotar la legislatura, que debía terminar en el verano del 2020 con el impulso a numerosas medidas sociales. Hasta que la realidad acabó con sus intenciones...

Sánchez tuvo que convocar elecciones el 15 de febrero, justo después de que el Parlamento rechazase su propuesta de Presupuestos para el 2019.

Y todo este recorrido se resume en su libro "Manuel de resistencia", publicado en febrero pasado y en el que el presidente rememora su agitada trayectoria política.

En ella ha acuñado su famosa expresión "No es no", que expresa claramente su determinación para evitar que Rajoy siguiera gobernando hace casi un año, cuando Sánchez logró un heterogéneo apoyo de grupos de izquierda y nacionalistas.

Y esa misma expresión de negativa es la que traslada a los independentistas catalanes cuando le exigen un referéndum sobre la independencia de su región, frente a las críticas de sus rivales conservadores, que le acusan de connivencia con los soberanistas para mantenerse en el poder.