El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el líder de la oposición, Juan Guaidó. (Foto: Yuri CORTEZ / AFP).
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el líder de la oposición, Juan Guaidó. (Foto: Yuri CORTEZ / AFP).

El gobierno y la oposición de se encuentran en México para retomar este viernes una nueva ronda de negociaciones, cuyo objetivo más próximo es establecer un cronograma y garantías para la participación de partidos contrarios a en los comicios regionales de noviembre.

Ambas delegaciones se reunieron desde las 15h00 locales (20h00 GMT), según fuentes cercanas a esta mesa de diálogo, que durará hasta el lunes 6, facilitada por Noruega y con el apoyo de México.

Una comitiva de 11 personas encabezada por Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento oficialista y hombre de confianza de Maduro, llegó la tarde del viernes al aeropuerto Benito Juárez de Ciudad de México.

“Venimos con profundas expectativas. Hemos recibido la instrucción del presidente Nicolás Maduro de que hagamos un énfasis en devolver las garantías económicas que le han sido robadas al pueblo venezolano”, dijo Rodríguez en declaraciones a la televisora estatal VTV.

La oposición, por su parte, arribó a México con cambios: el dirigente Freddy Guevara -cercano colaborador del líder opositor Juan Guaidó- reemplazará a Carlos Vecchio, representante de Guaidó en Estados Unidos, cuya presencia generó incomodidades en el bloque oficialista, confirmó a la AFP una fuente cercana a la negociación.

A través de su vocero Nel Price, el Departamento de Estado norteamericano saludó en un mensaje en Twitter el inicio de estas negociaciones y manifestó su deseo de que se “restaure la democracia” de manera pacífica en Venezuela.

“Esperamos que este proceso siente las bases para la salida democrática que merecen los venezolanos”, subrayó Price.

Tras confirmar esta semana que competirá en las elecciones de alcaldes y gobernadores del 21 de noviembre, la oposición rompe con tres años de boicot electoral y reafirma los acuerdos trazados el pasado 13 de agosto en un memorando de entendimiento durante la primera ronda de negociaciones.

En ese documento se plantearon siete puntos de discusión, entre los que destacan derechos políticos, garantías electorales y un cronograma para elecciones observables, temas prioritarios de la agenda opositora desde este viernes.

“Nuestro objetivo es lograr un acuerdo que solucione el conflicto a través de una elección presidencial y parlamentaria libre y justa, con garantías”, dijo Guaidó en un video difundido en sus redes sociales.

“Hoy no hay condiciones para un proceso electoral libre y justo en Venezuela, por eso estamos en México, estamos luchando para lograr esas condiciones”, agregó el opositor, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países.

Gobierno lleva agenda económica

El memorando también incluye aspectos como el levantamiento de sanciones y restauración de derechos, convivencia política y social, protección de la economía, así como seguimiento y verificación de lo acordado.

En declaraciones a la cadena Telesur, Rodríguez dijo el jueves que las propuestas del gobierno se enfocarán “en el tema económico y social (...) y en la devolución de recursos que le pertenecen a Venezuela para poder atender las necesidades de toda la población”.

El levantamiento de las sanciones económicas internacionales, que le han cortado al gobierno chavista vías de financiamiento, es una de sus principales peticiones en las conversaciones.

Washington, Ottawa y Bruselas se han mostrado abiertos a revisar su política de sanciones si Maduro facilita “avances significativos” en el diálogo.

“Dar la pelea”

Guaidó agregó que la decisión de los partidos opositores de participar en los comicios de noviembre fue producto de “un proceso arduo (...) para dar la pelea en otro frente de lucha, pero trabajar por el mismo fin”.

Saludó también a aquellos que optaron por no hacerlo al considerar que no existen condiciones. “Todos son parte de la plataforma unitaria, de la unidad”, dijo.

La oposición se marginó de las presidenciales de 2018, cuando Maduro fue reelegido en unos comicios tachados de fraudulentos y que dieron pie al reconocimiento de Guaidó como presidente encargado, aunque en la práctica el mandatario chavista ejerce el control institucional y territorial del país.

De cara a las elecciones, Guaidó no ha llamado a la abstención como hizo por última vez en 2020, cuando perdió el Parlamento, que volvió a manos del chavismo.

El chavismo considera que participar en elecciones equivale a reconocer las instituciones venezolanas, buscando desmontar el discurso que sostiene a Guaidó.

La mesa en México sigue a los fallidos intentos de Barbados, en 2019, y República Dominicana, en 2018.

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