El desempleo en América Latina y el Caribe subiría hasta 10.6% este año, su mayor nivel en más de una década, afectado por la profunda crisis desatada por la pandemia de coronavirus, que seguiría presionando al alza el indicador durante el próximo año, reveló la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Varios países de la región han estado entre los más golpeados por los contagios y muertes por COVID-19 y las restricciones para contener el brote provocaron pérdidas de empleos, la quiebra de empresas y la consecuente caída en los ingresos de las personas.
La OIT proyectó en un informe la cifra para este año, 2.5 puntos porcentuales más que en el 2019 y equivalente a 30.1 millones de personas desempleadas, luego de que la desocupación promedio en los tres primeros trimestres fue mayor que la observada para el mismo periodo del 2019.
“Es importante hacer notar que este dato refleja solo parcialmente los efectos de la pandemia en la dinámica laboral regional”, dijo el organismo multilateral.
“Una gran cantidad de personas prefirieron pasar a una situación de inactividad antes que buscar empleos inexistentes, y esto contribuyó a moderar el efecto sobre la desocupación”, agregó.
Con la esperada recuperación de las economías de la región para el próximo año, aunque todavía en medio de la incertidumbre, las medidas para controlar la pandemia podrían seguir impactando indicadores como la tasa de participación laboral, la ocupación y desocupación, detalló.
A ello se suma el retorno a la fuerza de trabajo de quienes salieron por la crisis sanitaria, con lo que el desempleo aumentaría a 11.2% en el 2021.
La OIT destacó que la crisis generó en diversos países políticas nuevas para intentar mitigar los impactos, como la formación a distancia, seguros de empleo para evitar despidos y teletrabajo.
“Algunas de estas transformaciones resultan valiosas más allá de la crisis actual y constituyen mejoras que deberían ser institucionalizadas”, señaló el informe.