El alcalde de Nueva York, Eric Adams, declaró hoy el estado de emergencia en esta ciudad; ello, en respuesta a los miles de inmigrantes latinoamericanos trasladados en autobús en los últimos meses desde la frontera sur de Estados Unidos, lo que ha puesto a prueba el sistema de albergues de la zona.
Frente a ello, Adams manifestó que la ciudad anticipa un gasto de US$ 1,000 millones para gestionar la afluencia de solicitantes de asilo.
La autoridad sostuvo que más de 17,000 inmigrantes han llegado a Nueva York desde abril; un promedio de cinco o seis autobuses cada día desde principios de setiembre, y nueve autobuses el jueves. Esta oleada ha establecido un récord de personas en los refugios de la ciudad.
“Aunque nuestra compasión es ilimitada, nuestros recursos no lo son. Estamos al borde del precipicio”, expresó Adams, pidiendo al Gobierno federal y al estatal que presten apoyo.
El estado de emergencia permitirá que los organismos de la ciudad coordinen su respuesta de forma más rápida.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien aspira a un tercer mandato en las elecciones intermedias de noviembre, habría trasladado en autobús a más de 3,000 migrantes a Nueva York como parte de una estrategia para llamar la atención sobre el récord de cruces en la frontera entre Estados Unidos y México.
En ese sentido, Adams ha criticado a Abbott por no alertar a los funcionarios de la ciudad al enviar a los migrantes al norte. “Miles de solicitantes de asilo han sido transportados en autobús a la ciudad de Nueva York y simplemente dejados sin aviso, coordinación o atención”, indicó Adams, calificándolo de “crisis fabricada”.
Mientras, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, llevó recientemente en avión a unos 50 migrantes al rico enclave de Martha’s Vineyard, en Massachusetts. Los que iban a bordo del avión han dicho que fueron engañados.
Los demócratas han acusado a Abbott y a DeSantis de usar a los migrantes vulnerables como material político, mientras que los republicanos han culpado a la administración del presidente Joe Biden de no haber frenado la marea en la frontera.
Con información de Reuters.