FOTO 2 | 10. Sudáfrica
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Pese a las pruebas irrefutables, el "mundo no va en absoluto en la buena dirección" para limitar los efectos devastadores del cambio climático, advirtió el lunes la ONU, en una cumbre en Polonia que pondrá a prueba la determinación mundial frente a la urgencia climática.

"Aunque somos testigos de impactos climáticos devastadores que provocan el caos en todo el mundo, seguimos sin hacer lo necesario, no vamos suficientemente rápido" advirtió el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el segundo día de la 24ª Conferencia de la ONU sobre el Clima celebrada en Katowice.

Para "muchas personas, regiones e incluso países, ya es una cuestión de vida o muerte", por lo que "es difícil entender por qué, nosotros, colectivamente, seguimos avanzando tan lentamente, e incluso en la mala dirección", agregó.

El acuerdo de París busca limitar el calentamiento global a +2 ºC respecto a la era preindustrial, e idealmente a +1,5 ºC.

El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) muestra no obstante las claras diferencias de la incidencia entre esos dos objetivos y destaca que habría que permanecer por debajo del +1,5 ºC para poder reducir las emisiones de CO2 cerca de un 50% para 2030, respecto a los niveles de 2010.

Mientras que los países más pobres aprovecharán esta cumbre para reclamar más compromisos de las naciones del Norte, Guterres subrayó la "responsabilidad colectiva de ayudar a las comunidades y los países más vulnerables, como los Estados insulares y los menos avanzados, apoyando las políticas de adaptación y de resistencia" a los impactos del cambio climático.

El primer ministro de Fiji, Frank Bainimarama, presidente de la COP23, insistió en la importancia de pasar a la acción.

"Si ignoramos las pruebas irrefutables, seremos la generación que traicionó la humanidad", advirtió. "A quienes arrastran todavía los pies, les digo simplemente 'háganlo'".

Los presidentes de otros Estados particularmente vulnerables, como Nepal y Nigeria, asistirán a esta cumbre, en la que ninguno de los países más contaminantes está representado al máximo nivel.

Durante las próximas dos semanas, se espera que la COP24 ultime en Katowice las normas de aplicación del acuerdo de París, firmado en 2015.

Los países más amenazados por las sequías, inundaciones, alza del nivel del mar... confían en que la comunidad internacional amplíe rápidamente sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. Además, recordarán al Norte su promesa de aumentar su financiación de las políticas climáticas de los países en vías de desarrollo hasta 100.000 millones de dólares anuales para 2020.

- Transición justa -
La cuestión de la financiación Norte-Sur suele perturbar las negociaciones, por lo que el Banco Mundial anunció este lunes el desbloqueo de unos 200.000 millones de dólares entre 2021 y 2025 para ayudar a la reducción de emisiones y a la adaptación al cambio climático, el "doble" respecto al periodo anterior. Y alentó a la comunidad internacional a hacer lo mismo.

Pero los observadores temen que el contexto internacional, con el rechazo de Donald Trump al Acuerdo de París, no sea propicio a nuevos compromisos.

Y Polonia, presidenta de la reunión y gran defensora de su industria del carbón, quiere promover una "transición justa" hacia una economía baja en carbono y que la cumbre adopte un texto en este sentido.

Según la versión preliminar a la que tuvo acceso la AFP, esta "declaración de Silesia", corazón de la producción hullera polaca, "reconoce" la importancia de "asegurar un futuro decente a los trabajadores" del sector de las energías fósiles afectados por esta transición.

Polonia no es el único país en poner sobre la mesa el tema de la "transición justa", pero algunos temen que no sea más que una excusa para ralentizar el paso a una economía de bajo consumo de carbono.