(Foto: Reuters)
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Como parte del plan de recuperación económica ante el , los italianos que residen en ciudades de más de 50,000 habitantes tienen derecho a recibir 500 euros para la compra de una nueva bicicleta o scooter eléctrica.

Según el portal , Italia anunció a principios de este verano que ofrecería ayudas para promover la movilidad en bicicleta, centrándose especialmente en las urbes más grandes, donde el medio de transporte tiene una escasa adopción en comparación con otras ciudades europeas. A finales de mayo se anunciaba el subsidio por parte de la ministra de transporte Paola Micheli.

La promoción de la bicicleta y el incentivo a la compra de este vehículo no contaminante se inscribe dentro del paquete de apoyo de 55,000 millones de euros del país diseñado para impulsar la economía de Italia tras su devastación por COVID-19. Tras la irrupción de la el transporte público como el bus metropolitano ha sufrido un notorio descenso, debido en gran parte al temor de la gente.

Los centros históricos italianos, caracterizados por calles pedregosas y estrechas, adoquines y bullicio, podrían colapsarse ante la sustitución del transporte público por el coche, por lo que desde el Gobierno pretenden impulsar la bicicleta y además, ampliar los carriles bici en las principales urbes del país con forma de bota. 

En torno a estos nuevos viales, el plan contempla la creación de 150 kilómetros de nuevas rutas ciclistas para septiembre en Roma. Un proyecto similar en Milán llamado “Strade Aperte” (o Open Roads) ha cambiado 35 kilómetros de calles urbanas por carriles bici temporales y aceras ampliadas. 

La adopción de las bicicletas depende de que merme la desconfianza ante este medio de locomoción, responsable de que anteriores proyectos fracasasen. “Los habitantes de Roma no mostraron ningún interés en absoluto, considerando las bicicletas poco prácticas y demasiado peligrosa,s, pesadas o incómodas. Otro de los problemas es el robo, ya que numerosos delincuentes vendían piezas sueltas a las ferreterías.

Y también hay que solucionar el problema de baches y socavones: más de 50,000 se encuentran en las vías romanas, ocasionando que solo el 1% de todos los desplazamientos en la ciudad se realicen en bicicleta, según un informe de 2017 elaborado por Greenpeace. Por tanto, y en plena era poscovid, se pretende perpetrar un cambio cultural importante, tal y como explica Gianluca Santili, presidente del centro de estudios Osservatorio Bikeconomy.

Las ayudas y los carriles bici irán acompañado de campañas e información a disposición de la ciudadanía: la bicicleta es más saludable, implica un ahorro de hasta 3,000 euros al año en gasolina, impuestos de circulación y seguros, evita los problemas de aparcamiento y reduce el estrés.