La OPEP, cuyos 13 miembros dependen de las ventas de petróleo como principal fuente de ingresos, celebró su sexagésimo aniversario en septiembre, tras haber sobrevivido a crisis como la guerra entre Irán e Irak de 1980-1988 y desplomes de los precios del petróleo. (Foto: Reuters).
La OPEP, cuyos 13 miembros dependen de las ventas de petróleo como principal fuente de ingresos, celebró su sexagésimo aniversario en septiembre, tras haber sobrevivido a crisis como la guerra entre Irán e Irak de 1980-1988 y desplomes de los precios del petróleo. (Foto: Reuters).

Las medidas para mitigar el están acercando el pico de la demanda por petróleo, dijeron funcionarios y exfuncionarios de la , lo que podría dar más poder a los principales actores del grupo y a sus aliados, y dejar en apuros a algunos de los productores más pequeños.

Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el llamado grupo OPEP+ se enfrentan a la amenaza de que Estados Unidos y China se centren en la lucha contra las emisiones de carbono y en los planes para usar más energías renovables.

El impacto en la demanda podría desencadenar una competencia por la cuota de mercado y suponer el fin de la colaboración en la política de oferta. Funcionarios actuales y antiguos de la OPEP, además de otras personas cercanas al grupo, dicen que esperan que las rivalidades aumenten.

“La OPEP+ se enfrentará al gran reto de cómo hacer frente a la reducción de la demanda, pero también a las crecientes presiones para bajar los precios debido al exceso de oferta”, declaró Chakib Khelil, ex ministro de Petróleo argelino y dos veces presidente de la OPEP.

Tras décadas diciendo que la demanda de petróleo aumentará, la OPEP reconoció el año pasado que se estabilizará, pero no antes de finales de la década del 2030.

Desde la pandemia de COVID-19, los funcionarios dicen que el pico podría llegar antes.

“Podría producirse en los próximos diez o veinte años, dada la tendencia actual del uso de energías renovables en la combinación energética de los principales países consumidores”, afirmó Khelil.

La OPEP, cuyos 13 miembros dependen de las ventas de petróleo como principal fuente de ingresos, celebró su sexagésimo aniversario en septiembre, tras haber sobrevivido a crisis como la guerra entre Irán e Irak de 1980-1988 y desplomes de los precios del petróleo.

Desde el 2017, la OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, han trabajado juntos como OPEP+ para apuntalar el mercado limitando la producción.

Baja perspectiva de largo plazo

El propio escenario de la OPEP sobre cuándo alcanzará su pico de demanda se encuentra entre las previsiones más lejanas de empresas energéticas, productores y analistas.

Sin embargo, una fuente de la OPEP dijo a Reuters que el impacto de la pandemia de coronavirus probablemente se traducirá en una previsión de demanda a largo plazo más baja cuando el grupo publique su Perspectiva Mundial del Petróleo 2021, prevista para finales de septiembre.

Otros funcionarios de la OPEP dijeron que, aunque se espera que la demanda alcance los niveles anteriores a la pandemia en el 2022, se avecina una presión a la baja.

“Es posible que la OPEP modifique su previsión de largo plazo de la demanda de petróleo en su informe del 2021 debido a las cuestiones relacionadas con el cambio climático y a los avances tecnológicos en el desarrollo de las energías renovables y la mejora de la eficiencia”, indicó un funcionario de un importante productor de la OPEP.

La demanda podría alcanzar su punto máximo dentro de una década, pero tal vez más tarde, según Hasan Qabazard, jefe de investigación de la OPEP entre el 2006 y 2013, un momento anterior al que había comentado a Reuters el año pasado.

“El mix energético cambiará, habrá un pico de demanda de petróleo en algún momento de la década del 2030, cuando las exigencias para eliminar los motores de combustión empiecen a surtir efecto. Este pico de demanda se estabilizará durante mucho, mucho tiempo”, añadió.

La sede de la OPEP en Viena no hizo comentarios cuando Reuters le preguntó sobre sus previsiones.

Lo que está alterando las perspectivas, según Khelil y algunos funcionarios actuales de la OPEP, es la mayor atención de los dos principales consumidores de petróleo del mundo al cambio climático.

En febrero, el presidente Joe Biden hizo que Estados Unidos volviera a participar en el acuerdo climático de París, mientras que el presidente chino Xi Jinping se propuso en diciembre un mayor recorte de las emisiones de carbono para el 2030.

Si el crecimiento de la demanda se reduce, los productores tendrán menos clientes y los que tengan los costos de producción más bajos podrían ver más ventajas en una estrategia de reparto del mercado, lo que podría debilitar los precios y la alianza OPEP+.

“La demanda de petróleo puede alcanzar su punto máximo muy pronto, incluso a mediados de la década del 2020 o antes”, manifestó un alto funcionario de una importante compañía petrolera estatal de la OPEP, que no quiso ser mencionado.

“Los productores de bajo costo, como Arabia Saudita y el resto del Golfo, se esforzarían por aumentar su cuota de mercado. Las compañías petroleras internacionales más pequeñas y con mayores costos y los países sí que sufrirán”, agregó.