Theresa May
Theresa May

La primera ministra buscaba frustrar una creciente rebelión contra sus planes para el el lunes, exhortando a los legisladores a respaldarla y aseveró que el acuerdo para la salida de de la está completo en un 95%.

La oficina de May indicó que la primera ministra tiene planeado decirle a la Cámara de los Comunes que la “gran mayoría” de los problemas están resueltos, incluido el estatus de Gibraltar, el territorio británico en la punta de la península Ibérica.

May también se dirigió al electorado en un artículo publicado en el diario The Sun y les dijo que “las últimas etapas de las negociaciones van a ser las más difíciles de todas”, pero insistió en que “la meta está a la vista”.

Sin embargo, la primera ministra se enfrenta a una inconformidad de sus opositores políticos _y lo más preocupante, de su propio Partido Conservador_ en relación con su plan para la separación y las futuras relaciones con el bloque.

Las quejas han aumentado desde que May sugirió la semana pasada que Gran Bretaña permanecería sujeto a las reglas de la UE por dos años o más durante el periodo de transición luego de que abandone el bloque el 29 de marzo.

Londres y Bruselas señalaron que el principal obstáculo para una separación amistosa es encontrar una forma para evitar los puestos aduaneros y otras barreras en la frontera entre Irlanda del Norte, perteneciente a Gran Bretaña, e Irlanda, miembro de la UE.

Ambas partes están de acuerdo en que no debe haber una frontera que pueda afectar a los negocios y los residentes en las dos partes y socave el difícil proceso de paz en Irlanda del Norte. Sin embargo, cada una ha rechazado la solución propuesta por la otra.

Una cumbre no concluyente de la UE realizada la semana pasada terminó sin un gran avance sobre la cuestión de la frontera. Gran Bretaña y la UE dijeron que tienen la esperanza de que puedan llegar a un acuerdo en los próximos meses, para que los parlamentos puedan aprobarlo antes del día del Brexit.

Sin embargo, el espacio para que May maniobre está limitado por la presión ejercida por los conservadores a favor del Brexit, por el gobierno de Irlanda del Norte y por el Partido Unionista Democrático, quienes se oponen a tener más compromisos con el bloque europeo.