Las bolsas de un solo uso, aún cuando pueden tener más vida útil, son las mayores generadoras de desperdicios plásticos. (Foto: Reuters)
Las bolsas de un solo uso, aún cuando pueden tener más vida útil, son las mayores generadoras de desperdicios plásticos. (Foto: Reuters)

En una entrada del blog del Foro Económico Mundial, se sugiere promover una economía circular del plástico.

La simple distancia existente entre las ciudades supone un importante obstáculo para el crecimiento de nuevas industrias en zonas remotas o rurales, pero también es un ejemplo de las oportunidades que podría generar una nueva economía del plástico, con mayores niveles de empleo, una producción consistente y un verdadero ejemplo de economía circular en acción. El crecimiento en estas zonas creará a su vez más oportunidades para la siguiente generación, que buscarán puestos de trabajo en los que no solo puedan innovar y desarrollar su carrera profesional, sino también marcar una diferencia positiva para nuestro planeta, fortaleciendo al mismo tiempo la economía.

Recogiendo el plástico que ya tenemos en circulación mediante el desarrollo de grupos de colaboración directa a lo largo de la cadena de suministro, no solo se pueden fortalecer las relaciones locales, sino además crear valor y mayores niveles de transparencia.

En los fabricantes de alimentos y los recipientes de polietileno de alta densidad (HDPE) puede verse un ejemplo de cómo crear circuitos regionales. Este será el mismo principio que se aplique a otros plásticos parecidos al HDPE, cada uno con características conductuales específicas que puedan aplicarse a otros usos a largo plazo.

El fabricante de alimentos revisará su proceso productivo para asegurarse de que el plástico utilizado en los recipientes de envasado sea una resina pura (es decir, no un material barato y de baja calidad), lo que demuestra el valor de determinados plásticos frente a productos baratos y de bajas prestaciones que acaban sistemáticamente en los vertederos.

Se establece una asociación de «fin de servicio» con una instalación local de transformación de plásticos, a la cual puedan llevar los consumidores sus recipientes usados, bien para que sean esterilizados a niveles de calidad aptos para la producción alimentaria y devueltos al fabricante de alimentos, bien para ser triturados, lavados y convertidos en gránulos susceptibles de un reciclado posterior. De este modo se crea el primer circuito local.

Los gránulos pasan entonces al siguiente socio de la cadena de suministro: un fabricante de mercado final, que podrá fabricar más recipientes con el material recogido o bien piezas de altas prestaciones destinadas a otros sectores, como la construcción, la industria marina o la aviación.

Estas piezas utilizadas en sectores complementarios podrán ser objeto de una nueva fabricación al final de su vida útil para ese uso concreto.

Aquí una lista de acciones que se pueden hacer para reutilizar el plástico:

· Recoger lo que ya existe

· Asegurar la plena transparencia y rendición de cuentas con respecto al plástico fabricado

· Forjar relaciones complementarias entre sectores

· Reducir drásticamente las cantidades de plásticos que acaban en los vertederos o en los océanos

· Transmitir el concepto de que el plástico es un recurso valioso

· Reducir la cantidad de material virgen que se produce

· Informar a las comunidades locales acerca de las diferencias entre el plástico de baja y alta calidad

· Crear empleos e industrias que permitan a las regiones tener mayor influencia sobre la sostenibilidad de su economía local