El encarcelado ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, podría obtener la libertad de manera parcial en setiembre de este año, en base a la decisión judicial del martes de reducir su sentencia en una de las dos condenas por corrupción.
El político cumple una condena de 12 años desde abril del 2018 por corrupción y lavado de dinero tras aceptar un apartamento de lujo junto a la playa como un soborno de una empresa constructora que operaba en el esquema de corrupción Lava Jato.
El Tribunal Superior de Justicia, el segundo en importancia del país, redujo la sentencia de Lula a ocho años y 10 meses, argumentando que el tribunal de apelaciones la incrementó excesivamente el año pasado.
De acuerdo a las leyes brasileñas, Lula da Silva de 73 años podría dejar la prisión tras cumplir un sexto de su condena y pasar a cumplir arresto domiciliario o un régimen carcelario abierto.
El escenario es posible, pero no seguro. El ex mandatario debe responder aún en 6 procesos más vinculados con el caso Lava Jato.
Además, Lula da Silva fue condenado en febrero a otra condena de más de doce años de cárcel que, de ser confirmada en segunda instancia, anularía sus posibles beneficios carcelarios y lo haría permanecer en prisión.
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