Los aficionados a los sellos postales dan rienda suelta a su pasión en un Congreso de Filatelia en donde se reúnen 140 coleccionistas procedentes de 18 países que expondrán y realizarán una competición con sus muestras.

Sellos del centenario de la Revolución de 1810, postales antiguas de vendedores ambulantes y cartas de reyes son algunos de los modelos que se exhibirán durante el congreso.

Esta muestra, a cargo de la Federación Internacional de Filatelia, no se había celebrado en Buenos Aires desde hace más de diez años y según comenta Miguel Casielles, presidente de la entidad argentina, es “la primera vez desde el año 98” que alcanza un nivel de participación tan alto.

El organizador apunta que a este evento -que concluirá el sábado- han acudido personas "desde los puntos más lejanos del continente", como un matrimonio de la isla San Pedro y Miquelón, una dependencia de ultramar de Francia al sur de Canadá de apenas 7,000 habitantes.

Todas las ediciones tienen una temática y la escogida de este año es el tango, por lo que desde el Correo Argentino han fabricado una estampilla con "corte tanguero" a la que llamaron "filatango", relata Alejandro Argüello, presidente de Socofira, sociedad que integra a los comerciantes filatélicos de Argentina.

Las piezas fueron vinculadas con el gran exponente del género en el país, Carlos Gardel.

Vehemencia y entusiasmo, son las características que definen a los filatélicos de todas partes del mundo.

Pablo Reim, expositor y coleccionista argentino desde hace más de veinte años, describe sus colecciones, enfocadas en Argentina, Brasil y la prefilatelia -las marcas y sellos que se aplicaban en la correspondencia antes de 1840-.

Trabajador de la industria agropecuaria, Reim ha convertido la filatelia en uno de los sectores protagonistas en su vida y detalla que todos los domingos se encuentra con sus amigos en un "parque de filatelia" para sentarse a debatir su interés común, así como otros temas.

"Para mí la filatelia ha servido para hacer muy buenos amigos, lo cual no es fácil pero sí, amigos de vida, que para mí es lo más importante", agrega.

César Ponce Losada, procedente de Perú, es un gran aficionado a coleccionar cartas de Felipe II, monarca español del siglo XVI.

Descubrió las misivas "de pura casualidad", en un mercado español y las adquirió para embarcarse en este pasatiempo.

"No es fácil conseguir todo de un solo golpe, con paciencia y buen humor las colecciones se hacen en toda la filatelia", subraya.

En el congreso se otorgarán un total de 27 premios a las colecciones presentadas, que van desde el oro grande hasta el bronce, y los galardones más importantes se repartirán el viernes en una cena de gala.

El jurado de la exposición está compuesto por profesionales del coleccionismo, como es el caso de Andrés Jorge Schlichter.

Schlichter, argentino dedicado a la cirugía cardíaca infantil, valorará las áreas de historia postal y aerofilatelia de la muestra de este año y señala a Efe que, "por supuesto", compagina su labor de jurado con la filatelia, a la que describe como "su cable a tierra" debido al "alto estrés" que genera su oficio.

Coleccionista de "demasiadas cosas", desde la historia postal de Punta Arenas (Chile), "publiceros" uruguayos, enteros (estampillas) de Argentina y hasta "la Marina Imperial alemana en la guerra Boxer", el argentino se define a sí mismo como un "coleccionista a la antigua".

A pesar de que esta afición tiende a vincularse con un público más adulto, Schlichter opina que "hay muchos filatelistas nuevos".

"Yo estoy liderando un grupo de filatelistas que coleccionan en Alemania y son todos gente sin canas", expone.

Su posición como jurado le ha llevado a viajar por numerosos países como Gran Bretaña, Estados Unidos o Tailandia y acaba de regresar de Suecia y de China.