Pobreza en China. (Foto: EFE)
Pobreza en China. (Foto: EFE)

Por la aldea de Liu Qingyou, en la provincia de Hunan, pasa una “carretera de reducción de la ”. El agricultor muestra el carné en el que el Estado detalla cómo sacó de la miseria a su familia y a otros 100 millones de chinos.

En él figuran las causas de sus penurias -“enfermedad” y “escolarización”- y un listado que enumera cómo el Estado les ha ayudado, desde los subsidios para la compra de cereales hasta la mejora del rendimiento de sus naranjos.

Su familia entró oficialmente en la categoría de pobres en el 2014 cuando Xi estableció una estrategia de ayuda selectiva contra la pobreza y envió a los funcionarios de puerta en puerta para evaluar a los hogares más desfavorecidos.

En los años siguientes Liu recibió otro empujón: una nueva carretera que atraviesa las verdes colinas de Hunan y le permite transportar los productos al mercado en la mitad de tiempo y facilita el acceso a las ciudades cercanas. Pero no ha sido nada fácil.

Liu asegura que sus cosechas no han mejorado a pesar de los esfuerzos de las autoridades locales para ayudarle a diversificar los cultivos.

Y en su casa de madera pasa frío en invierno, cuando las temperaturas rondan cero grados.

Liu y su familia de cinco miembros todavía viven modestamente. Él se preocupa por el futuro, a pesar de que ahora se les considera fuera de la pobreza. “Podemos arreglárnoslas”, afirma. “Pero nuestra casa está mal”, acota.

Le gustaría conseguir lo que otros han recibido del Estado: una reubicación o fondos suficientes para construir una casa de ladrillo.

Ignora por qué se lo han negado a él. “¿Por qué no podemos tener lo mismo?” se pregunta.

Guerra contra la pobreza

Las décadas de guerra contra la miseria en han dado resultados notorios.

“Durante los últimos 40 años, el crecimiento económico de China ha permitido que más de 800 millones de chinos salgan de la pobreza extrema ... Es un logro extraordinario”, afirma Martin Raiser, director del Banco Mundial para China.

En el 2015, Xi prometió erradicar la pobreza extrema para el 2020, un objetivo que ayuda a lograr la principal meta del Partido Comunista: construir una “sociedad moderadamente próspera”.

Xi declaró que el objetivo se alcanzó el año pasado y lo calificó de “gran victoria”.

Pero los expertos advierten que el aumento de los ingresos ha dejado obsoleta la línea de pobreza fijada por China.

Los criterios para decidir quién recibe ayuda también generan descontento.

La familia de Liu salió oficialmente de la pobreza unos cuatro años después de haber sido designada, el resultado de un cambio de política de Pekín, que dejó de depender del crecimiento vertiginoso que sacó a casi mil millones de personas de la miseria.

Las autoridades fijaron una línea de pobreza basada en unos US$ 2.30 de ingresos por día y ofrecieron ayuda a aquellos que no llegaban a esta cantidad.

Pero China es ahora un país de ingresos medio altos y el Banco Mundial sugiere que se duplique el umbral actual.

“La actual línea de pobreza rural, unidimensional, ya no refleja lo que significa ser pobre en una sociedad que evoluciona rápidamente”, afirma Terry Sicular, de la Universidad de Western Ontario.

Hablar con los agricultores es complicado. Cuando el equipo de la AFP investigaba en Hunan aparecieron seis coches de funcionarios.

Las autoridades hicieron preguntas a la AFP e insistieron en acompañar a los periodistas tras pedirles detalles, como el historial de desplazamientos para la prevención del COVID-19.

Un oficial de policía incluso estuvo presente en una de las entrevistas para observar, porque se trata de temas “delicados”.

Resultados irregulares

El Partido Comunista ha basado su legitimidad en un crecimiento continuo.

Antes de la fecha tope del 2020, los directivos del partido identificaron los hogares pobres, distribuyeron fondos y construyeron infraestructuras como la carretera Qianqing junto a la casa de Liu.

Pero detrás de la campaña contra la pobreza hay al menos 1 billón de dólares en préstamos durante cinco años y los costos recaen cada vez más sobre los gobiernos locales.

Al principio en Hunan la falta de dinero retrasó la construcción de la carretera de 63 kilómetros, que finalmente se terminó después de que un reportaje de la televisión nacional aumentara la presión sobre las autoridades locales.

“Ahora el transporte es más fácil... esto ha aumentado los ingresos de la gente en al menos un 30%”, dijo Liu. Pero aunque Liu recibió una subvención ha hecho poco negocio.

La decoración de su casa es espartana: una mesa baja, junto a una estufa donde su hijo prepara un almuerzo a base de tocino curado, una especialidad de Hunan.

La decisión del gobierno local de diversificar con plantaciones de té y nuevas variedades de naranja afectó a las ganancias, explica el agricultor.

“Antes de que se quitaran los árboles, nuestra familia ganaba entre 20,000 y 30,000 yuanes (entre US$ 3,100 y US$ 4,700, entre 2,600 y 3,800 euros) al año”, afirma Liu. Ahora, mucho menos.

Lo positivo

Sin embargo, hay muchas señales de que la riqueza crece. El ingreso per cápita de los hogares afectados por la pobreza en Hunan creció de unos 2,300 yuanes a 12,200 yuanes en cinco años, según cifras oficiales.

La carretera de Qianqing es una señal del aumento de la riqueza de la zona.

La agricultora Xiang Xiuli, de 53 años, dice que ahora los lugareños ya no tienen que transportar productos hasta las carreteras cercanas para venderlos.

“El tamaño de nuestro negocio de naranjas se ha duplicado”, agregó. “Nuestros hijos pueden acudir a mejores colegios”.

Para el agricultor Mi Jiazhi, que salió oficialmente de la pobreza en el 2017, todo ha mejorado mucho. “Tenemos todo tipo de recursos”, afirma el hombre de 71 años.

“Ahora las cosas van bien ... Puedo llegar a entre 30,000 y 40,000 yuanes de ingresos (por año)”, asegura.

Con mejores ingresos y la ayuda de sus hijos, pronto se mudará a una casa más grande. “Estoy muy feliz”, declara.

La recaída

Pero al subir la línea de pobreza, muchos habitantes de las ciudades también se convertirán en pobres, advirtió Raiser.

Pekín ha advertido del peligro de retroceso y los agricultores reconocen que la epidemia de COVID-19 ha afectado a las ganancias.

Ou Qingping, un funcionario de los servicios de lucha contra la pobreza, advirtió en diciembre que los recursos de algunas personas que aún dependen de la ayuda son “insuficientes” para ganar más.

“En cuanto se suspendan las políticas de ayuda, es probable que vuelvan a la pobreza”, aseguró.

Eso sin hablar de las consecuencias de las enfermedades, el desempleo o las pandemias. “La eliminación de la pobreza en un momento determinado no elimina la pobreza”, zanja Sicular.