Kim Jong Un viaja a China, una semana después de su cumbre con Trump

El líder norcoreano Kim Jong Un habló el martes en Pekín con el presidente chino Xi Jinping sobre la histórica cumbre de la semana pasada con el presidente estadounidense, Donald Trump, un encuentro que demuestra los esfuerzos de China por mantener su papel de mediador.

La visita de Kim a China, la tercera desde marzo, no fue anunciada de antemano y terminará el miércoles.

Se produce cuando la tensión entre China y Estados Unidos sube por los temas comerciales.

El canal estatal chino de televisión, CCTV, difundió imágenes del encuentro entre Xi y Kim, que estaban acompañados por sus esposas durante una ceremonia para recibirlo en el Palacio del Pueblo.

"Esperamos que Corea del Norte y Estados Unidos concreten los resultados de la cumbre entre los dos dirigentes y que las partes concernidas hagan avanzar juntas el proceso de paz en la península (coreana)", indicó Xi Jinping, según consignó CCTV.

"China seguirá como siempre teniendo un papel constructivo", destacó el presidente chino.

Por su parte, Kim saludó a China "por su promoción de la desnuclearización en la península coreana, así como por su papel importante en la protección de la paz y de la estabilidad" en la región.

A finales de marzo, Kim estuvo en Pekín en lo que fue su primer viaje oficial al extranjero desde su llegada al poder en 2011 y se entrevistó con Xi Jinping.

En mayo pasado estuvo en la ciudad portuaria de Dalian, en el noreste de China, donde volvió a entrevistarse con Xi Jinping.

El dirigente norcoreano intenta conseguir una disminución de las sanciones económicas internacionales a cambio de sus promesas de desnuclearización, y para ello espera tener el apoyo de China, explicó el diario japonés Nikkei.

Desnuclearización contra fin de sanciones

La diplomacia china sugirió la semana pasada que la ONU podría plantearse reducir las sanciones si Pyongyang cumplía con sus obligaciones.

China, principal aliada de Corea del Norte, dejó claro que quería tener un papel clave en las negociaciones, ofreciendo con insistencia sus servicios diplomáticos.

La semana pasada, la cumbre de Singapur entre Trump y Kim Jong Un dio lugar a una declaración en la que el líder norcoreano aseguraba "su compromiso firme e inquebrantable hacia la desnuclearización de la península" coreana.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, descartó sin embargo que las duras sanciones impuestas a Corea del Norte por sus ensayos nucleares y balísticos se levanten antes de la desnuclearización completa del país asiático.

Desde que Trump llegó al poder a principios de 2017 pide a China que aplique las sanciones de la ONU para plegar a pyongyang, pero los dos países están ahora al borde de una guerra comercial. El martes Pekín denunció el "chantaje" de Washington, que amenaza con imponer aranceles por decenas de millones de dólares a las importaciones chinas.

"Creo que Corea del Norte puede ser otra carta que Pekín puede utilizar para ganar influencia en las negociaciones con Washington", dijo Yang Moo-Jin, profesor en la universidad de estudios norocreanos de Seúl.

- La prioridad de Xi -

La prioridad de Xi Jinping y Kim Jong Un consiste en decidir los próximos pasos, indicó Hua Po, un analista político independientes residente en Pekín.

"Puede haber divergencias entre Corea del Norte y Estados Unidos sobre el proceso de desnuclearización. Estados Unidos quiere una desnuclearización irreversible y verificable. Para Kim Jong Un es difícil aceptar eso", dijo Hua.

"Por lo tanto, China y Corea del Norte quieren reforzar su comunicación y elaborar una estrategia global en su relación con Estados Unidos", agregó.

Aunque China pidió en numerosas ocasiones a Corea del Norte que abandonara sus proyectos nucleares y balísticos, también multiplicó los llamamientos al diálogo entre norcoreanos y estadounidenses cuando éstos intercambiaban amenazas.

Hasta ahora Pekín esperaba que Kim regresara a su país antes de oficializar su visita. Pero en esta ocasión anunció su presencia el martes.

"Pienso que China convenció a Corea del Norte de que los viajes de alto nivel como este no pueden mantenerse en secreto", estimó Yang.

"Kim Jong Un intenta asimismo enviar una imagen a la comunidad internacional de que es un dirigente normal de un país normal", agregó.