Antes de su reelección como presidente de la , dijo que desterró los escándalos y la corrupción del ente rector del fútbol mundial pese a la marcha de varios miembros de su consejo por mala conducta.

Infantino no enfrentó oposición para su reelección a segundo mandato, que fue confirmada por aclamación en el Congreso de la FIFA celebrado antes de la Copa Mundial Femenina.

"Para aquellos que me quieren, para aquellos que me odian, hoy quiero a todo el mundo”, dijo Infantino, que seguirá en el cargo hasta el 2023.

Su etapa al frente de la FIFA comenzó en el 2016, tras la caída en desgracia de en medio del mayor escándalo en la historia del organismo.

“Recuerden el estado de la FIFA en ese congreso”, señaló Infantino. “Bueno, los tres últimos años y cuatro meses no han sido perfectos. Ciertamente he cometido errores y trato de mejorar y de hacerlo mejor, pero hoy, en un día de elecciones, nadie habla de crisis. Nadie habla de reconstruir la FIFA de cero. Nadie habla de escándalos. Nadie habla de corrupción”.

Una generación de directivos de Sudamérica y Norteamérica fueron apartados en el 2016, luego de que fiscales estadounidenses y suizos investigaron la corrupción financiera ligada a los organismos de poder en el fútbol.

En la era Infantino, cuatro organizaciones continentales perdieron miembros electos en el Consejo de la FIFA por acusaciones de corrupción y mala gestión financiera.

David Chung, vicepresidente senior de la de Papúa Nueva Guinea, fue vetado por seis años y medio. Kwesi Nyantakyi, de Ghana fue inhabilitado de por vida. El jeque Ahmad de Kuwait retiró su candidatura a la reelección cuando se vio implicado en la compra de votos. Reinhard Grindel, de Alemania, renunció.

En el 2016, el Comité de Ética de la FIFA también investigó al presidente por el uso de aviones privados, aunque quedó exculpado pronto. Los investigadores y jueces que gestionaron el caso, de Alemania, Guam y Suiza, salieron en un año.

Otro funcionario independiente dejó su cargo de forma abrupta semanas después de descubrir que el viceprimer ministro ruso Vitaly Mutko mantenía un conflicto de intereses para retener su puesto en el consejo de la FIFA por estar implicado en un escándalo de dopaje auspiciado por el estado.

Pero Infantino dijo el miércoles a las 211 asociaciones que conforman la FIFA que "hemos dado la vuelta a la situación” desde la época de Blatter.

"Esta organización pasó de ser tóxica, casi criminal, a lo que debería ser: una organización que desarrolla el fútbol, una organización que se preocupa por el fútbol”, apuntó. "La hemos transformado en una nueva FIFA, una organización que es sinónimo de credibilidad, confianza, integridad, igualdad, derechos humanos”.

Infantino propulsó en su primer mandato el incremento del Mundial masculino, de 32 a 48 selecciones. Ello empezará en el 2026, cuando Estados Unidos, Canadá y México serán los coanfitriones. La intención de expandir el torneo del 2022 en Qatar fueron entorpecidos por la crisis política en el Golfo Pérsico y la situación de los derechos humanos.