Brexit
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El gobierno británico enfrentó problemas por el tanto en casa como en el extranjero, incluyendo una derrota en el parlamento para decidir quién tiene la última palabra en el acuerdo de retirarse de la Unión Europea.

Con una votación de 335-244, la Cámara de los Lores respaldó una enmienda a una propuesta clave del gobierno sobre que otorga al parlamento el poder de decisión sobre los resultados de negociaciones con la UE, incluyendo el poder de cancelar el retiro.

El gobierno dijo que estaba decepcionado. El ministro de Martin Callanan dijo que la decisión debilitaría las cartas de Gran Bretaña en negociaciones con la Unión Europea (UE) al darle al parlamento poderes sin precedentes.

No está claro si la enmienda será aprobada por legisladores cuando la medida regrese a la Cámara de los Comunes, formada por funcionarios electos.

Entre tanto, el jefe de negociaciones de la Unión Europea para pidió el lunes resolver rápidamente el problema de la frontera irlandesa, diciendo que para junio se debe de llegar a un acuerdo sobre cómo mantener esa frontera abierta tras la salida británica.

La frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte será la única frontera terrestre de Gran Bretaña con la UE tras Brexit. Gran Bretaña y el bloque coinciden en que no deberá haber puntos de aduanas ni ningún otro tipo de instalación en la frontera de 500 kilómetros (310 millas).

Pero Gran Bretaña también dice que dejará de ser parte del sistema de aduanas de la UE. Funcionarios de ambos lados están tratando de hallar la manera de reconciliar estas dos posturas.

Gran Bretaña rechaza la sugerencia de la UE de mantener Irlanda del Norte dentro de la unión aduanera del bloque. La UE dice que Gran Bretaña no ha propuesto una alternativa viable.

En una visita a la región fronteriza, el negociador de la UE Michel Barnier dijo: "Necesitamos llegar a un acuerdo rápidamente para junio en cuanto a todas las regulaciones y aduanas pertinentes a la isla, la seguridad y los controles que necesitamos para respetar el mercado único".

Gran Bretaña y la UE quieren llegar a un acuerdo general sobre para octubre, para que los parlamentos de la UE tengan tiempo para ratificarlo antes de que Gran Bretaña deje de ser parte del bloque el 29 de marzo del 2019.