El glifosato, el herbicida más utilizado del mundo, está acusado de provocar cáncer pero hasta ahora pocos países lo prohíben. Estas son algunas de las restricciones vigentes en varios países y regiones del mundo.

Desde el 2015 la sustancia está considera por la como "cancerígeno probable". Se usa bajo distintas marcas, la más conocida de ellas el Roundup, fabricado por Monsanto, propiedad del grupo alemán Bayer.

Estados Unidos

El martes, un jurado estadounidense consideró que el Roundup contribuyó al linfoma no hodgkiniano (LNH) que sufrió Edwin Hardeman, un jubilado de unos 70 años.

Y en agosto pasado un tribunal de San Francisco condenó a Monsanto a pagar US$ 289 millones a Dewayne Johnson, que tenía el mismo cáncer.

La justicia dictaminó que el Roundup fue la causa de su enfermedad y que Monsanto actuó de manera malintencionada, disimulando los riesgos de su productos con glifosato.

La multa fue luego reducida a US$ 78.5 millones por una juez pero Bayer apeló la sentencia.

El grupo farmacéutico y de agroquímica alemán afirma por su parte que "la ciencia confirma que los herbicidas a base de glifosato no producen cáncer".

En Estados Unidos hay miles de procesos en curso contra Monsanto pero lo que ocurra en el caso Hardeman, que todavía podría durar dos semanas, será clave para el futuro.

América Latina

En Colombia, las pulverizaciones aéreas de glifosato fueron prohibidas en el 2015 por la Corte Constitucional. Pero Iván Duque, presidente del 2018, es favorable a retomarlas para hacer frente al aumento récord de las narcoplantaciones.

En Brasil, la justicia pidió en el 2015 a la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (Anvisa) evaluar "urgentemente" su toxicidad de cara a una posible prohibición, una decisión que no gusta a la potente industria agrícola del país.

En el Salvador, el glifosato formaba parte de una lista de 53 productos agrícolas prohibidos en el 2013 pero luego lo retiraron junto a otras diez sustancias. Existe también una comisión para evaluar los riesgos.

En Argentina son frecuentes los conflictos entre los habitantes y los agricultores que usan glifosato y lo consideran un producto indispensable en su trabajo.

Pero como no existe una legislación nacional, los alcaldes toman decisiones locales para limitar la fumigación que provocan las protestas de los productores.

Europa

Después de dos años de debates especialmente intensos, en el 2017 los estados miembros de la decidieron renovar por cinco años la licencia del glifosato.

La Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, justificó la decisión por el visto bueno de sus agencias científicas, la Efsa (seguridad de los alimentos) y la Echa (productos químicos), que no consideraron la sustancia como cancerígena.

Pero la independencia de la Efsa está en entredicho. Varios periódicos revelaron que su informe contenía fragmentos idénticos a los de un documento de Monsanto del 2012.

Por su parte el gobierno francés prometió que el glifosato quedaría prohibido en parte en el 2021 y totalmente dentro de cinco años.

Sri Lanka

El herbicida fue prohibido en Sri Lanka en junio del 2015 porque se le considera responsable de una nueva enfermedad de los riñones que afecta a los habitantes de las zonas de producción de arroz.

Sin embargo la comunidad científica del país subrayó que no existen estudios que asocien directamente el glifosato a esta "enfermedad renal crónica" y la prohibición fue levantada en mayo del 2018, con una autorización de utilización en las plantaciones de té y de árbol del caucho.