Violencia. (Foto: iStock)
Violencia. (Foto: iStock)

El tema es serio: La violencia en la sociedad francesa. Pero el gobierno no se pone de acuerdo en torno a la gravedad del fenómeno y a cómo describirlo.

Un verano lleno de incidentes, desde insultos hasta ataques físicos, algunos de ellos con consecuencias mortales, ha aumentado las tensiones.

¿Los franceses son cada vez más “salvajes”, como dijo el ministro del interior Gerald Darmanin? ¿O el uso de esa palabra simplemente agravó la sensación de inseguridad, como plantea el ministro de justicia Eric Dupond-Moretti?

Las estadísticas no son precisas, pero este tipo de comentarios se están haciendo sentir. Darmanin, designado ministro del interior durante un recambio del gabinete hace dos meses, propuso una política de mano dura diciendo que “hay que frenar el creciente salvajismo de parte de la sociedad”.

Empleó la palabra “ensauvagement”, a menudo usada por la extrema derecha para aludir a jóvenes de barrios pobres, con frecuencia de origen inmigrante, en el contexto de una sociedad cambiante que pierde valores tradicionales como el respeto a la autoridad. Hay quienes ven un trasfondo racista en esa expresión.

“Usar la palabra ensauvagement es una gran concesión a la extrema derecha. Este concepto implícitamente asocia el aumento en la violencia a la inmigración... al componente étnico de la sociedad. Usarla es un error político”, sostuvo el legislador Aurelien Tache en un tuit.

Los detractores del gobierno dicen que el ministro del interior usa esa palabra para atraer nuevos votantes con miras a las elecciones regionales del año que viene y las presidenciales del 2022.

Darmanin viene de movimientos conservadores de derecho y se unió al gobierno centrista de . Dupond-Moretti, uno de los abogados más prominentes de Francia, viene de la izquierda. Fue nombrado ministro de justicia en la restructuración de gabinete de julio.

Macron tomó distancia de la expresión “salvajismo” y solo habla de una creciente “falta de civilidad” en Francia.

La muerte a principios de julio de un conductor de autobuses agredido por unos jóvenes en Bayonne, al sudoeste del país, después de que les pidiera que usasen tapabocas es mencionada como un ejemplo de una nueva realidad más violenta en Francia.

También se habla mucho de la violencia y los saqueos en la Avenida de los Campos Elíseos de París después de que el club París Saint Germain perdió la final de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich el mes pasado.

Más de 230 alcaldes de ciudades pequeñas se quejaron de los ataques. En una reunión con representantes de los alcaldes realizada el miércoles pasado, el primer ministro Jean Castex prometió que quienes agredan a funcionarios públicos serán castigados.

Los opositores a Darmanin, por su parte, afirman que es injusto describir a la sociedad francesa como salvaje. Dicen que las redes sociales exageran la nota porque se da mucha difusión a los incidentes que filma la gente.

El Partido Socialista emitió un comunicado el jueves en el que dijo que el gobierno de Macron debía enfocarse en el entrenamiento y la contratación de policías y no en la búsqueda de votos conservadores.

Marine Le Pen, quien quedó segunda en las elecciones presidenciales del 2017 y lidera el partido Encuentro Nacional, ha hablado con frecuencia de un creciente “salvajismo” de la sociedad francesa. Hace menos de un año presidió una conferencia llamada

“De la delincuencia al salvajismo”. El martes publicó un tuit en el que habló de un “verano de salvajismo” y cuestionó la respuesta del gobierno. Le Pen, quien probablemente vuelva a presentarse contra Macron en el 2022, viene usando ese término desde el 2013.

El ministro de justicia sostiene que el empleo de la palabra “salvaje” está a la raíz del problema de seguridad en Francia.

Dupond-Moretti afirmó el martes en la radio Europa-1 que la palabra genera una “sensación de inseguridad”, que se ve alimentada por dificultades económicas, el temor al coronavirus y “un discurso populista”, y que es más difícil de combatir que la misma inseguridad. “Francia no es un sitio despiadado”, manifestó.

No hay estadísticas que indiquen que la violencia y la estén subiendo o bajando. Un informe de julio basado en registros policiales revela un aumento sustancial en una docena de categorías, incluido uno del 21% en agresiones. Pero el ministerio del interior acompaña estas cifras con la advertencia de que hay que tomar en cuenta que la delincuencia mermó durante la pandemia.

En respuesta a quienes se quejan de que el sistema judicial francés es demasiado permisivo, Dupond-Moretti prometió nuevas medidas en los próximos días. Se espera que el ministro del interior también haga lo mismo. Por ahora, Darmanin ha combatido el uso de drogas, imponiendo multas a todo el que sea pillado con marihuana o cocaína. Esa medida entró en vigor el martes.

“Hablamos de un tema serio, la inseguridad. El asunto no es qué palabra usamos para calificar el fenómeno sino qué medidas tomamos para hacerle frente”, dijo Castex el martes. “Fin de la historia”.