El presidente de, , acusó el martes a , en el marco de una larga diatriba contra el presidente , de frenar las importaciones de vinos estadounidenses al imponer aranceles más altos que su país.

Francia, miembro fundador de la Unión Europea, no fija los aranceles para la unión aduanera pero Trump está en lo cierto cuando afirma que esas tasas son más elevadas que las de Estados Unidos y esa diferencia -más allá de la cultura y los gustos- podría explicar en parte porqué Europa compra menos vinos estadounidenses.

¿Qué comprobamos?

A su regreso de las ceremonias de conmemoración del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial en París, y ante las divisiones con los principales aliados europeos de Washington, Trump lanzó una andanada de tuits contra Francia y su presidente. Uno de los objetos de su ira, los aranceles de Francia a los vinos.

"En comercio, Francia produce excelentes vinos pero también Estados Unidos. El problema es que Francia hace casi imposible que Estados Unidos venda sus vinos en Francia, y aplica altos aranceles, mientras que Estados Unidos lo hace muy fácil para los vinos franceses y cobra muy bajos aranceles", escribió Trump. "No es justo, debe cambiar", añadió.

Ese tuit refleja uno de los pilares de la filosofía económica del mandatario estadounidense: un país que importa más de lo que exporta es, en su visión, un país que está siendo "matado", "robado" o incluso "aplastado".

¿Qué sabemos?

Como miembro de la Unión Europea, Francia no fija unilateralmente las tasas de los productos importados. Las aduanas de los 28 países miembros aplican los mismos aranceles a lo largo de toda la unión a los productos importados, que pueden luego circular libremente dentro de la UE.

Pero, efectivamente, las tarifas europeas son superiores a las impuestas por Estados Unidos a los vinos importados de Europa.

Dependiendo de la naturaleza del vino y sus grados de alcohol, el arancel en Estados Unidos varía entre 5.3 a 12.7 centavos por botella de 750 ml, según la agencia gubernamental de comercio internacional USITC. Los vinos espumantes son objeto de una tasa más elevada, de 14.9 centavos.

Por otro lado, según el Wine Institute, que representa los intereses del sector vitivinícola estadounidense, los vinos que entran a Europa enfrentan tasas de 11 a 29 centavos por botella en función de su nivel de alcohol.

Aún más, los estadounidenses beben muchos más vinos europeos que lo que los europeos beben estadounidenses. Según el Wine Institute, en el 2017 Estados Unidos importó US$ 4,500 millones en vinos europeos pero solo vendió 553 millones de dólares en productos para los bebedores europeos.

El diferencial es aún mayor entre los espumantes: US$ 1,200 millones en champaña, prosecco, cava y otros 'frizzantes' entraron a Estados Unidos, pero solo 3.5 millones de sus similares estadounidenses arribaron a Europa.

¿Qué conclusión sacamos?

El presidente Donald Trump tiene parcialmente la razón. Los aranceles aplicados a los vinos estadounidenses importados en Francia son superiores a los que reciben los vinos franceses en Estados Unidos. Sin embargo, Francia no fija por sí sola los aranceles, sino la Unión Europea en su conjunto.

Para el presidente del Wine Institute, Robert Koch, "las próximas negociaciones entre Estados Unidos y la UE crearán oportunidades comerciales al reducir aranceles y al abordar otras barreras de acceso al mercado".

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