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La Fiscalía de Bolivia arrestó al exviceministro de Tesoro y Crédito Público Carlos Schlink, que ocupó el cargo durante el Gobierno interino de la expresidenta Jeanine Áñez, por supuesta responsabilidad en la aprobación de un crédito internacional sin aval del Parlamento.
La aprehensión de Schlink se debe a que “existen suficientes elementos” para establecer una “responsabilidad penal” en la gestión de US$ 327 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Bolivia, manifestó el secretario de la Fiscalía, Edwin Quispe.
Según el funcionario, el crédito “habría afectado a la economía del país” y fue observado porque no contó con la autorización del Parlamento, que a mediados del 2020 ya había advertido sobre supuestas irregularidades y documentación incompleta.
El crédito fue presentado como uno de los principales logros del Gobierno interino en la lucha contra la pandemia que nunca llegó a usarse.
En febrero pasado, la nueva Administración del presidente Luis Arce anunció la devolución del préstamo, incluido un recargo por comisiones e intereses de unos US$ 4.7 millones por lo que se estableció también un daño económico a las cuentas estatales.
El pasado sábado, Schlink fue retenido en el Aeropuerto Internacional de Viru Viru, en Santa Cruz, justo antes de que viajara a Punta Cana (República Dominicana), luego de contraer nupcias y a pesar de que no pesaba sobre él alguna alerta migratoria o arraigo, informaron medios locales.
A raíz del arresto confirmado por la Fiscalía, se aguarda que el exfuncionario comparezca ante un juez que deberá determinar si cumple detención preventiva o se le aplica alguna otra medida judicial.
El ente encargado de la investigación mencionó que no se trata de una persecución sino de la indagación de “hechos ilícitos” por los que se sigue una “investigación objetiva”, recalcó Quispe.
La autorización de ese préstamo internacional forma parte de una de las tres proposiciones acusatorias presentadas también por la Fiscalía ante el Parlamento boliviano para exigir el juicio de responsabilidades contra la expresidenta interina Áñez.
En tanto que el caso de Schlink sigue la vía de la justicia ordinaria.
La exmandataria completa más de tres meses detenida en una cárcel en La Paz por otro proceso abierto en su contra denominado “golpe de Estado”, por el que se la acusa de delitos como terrorismo, sedición y conspiración a raíz de la crisis política y social que atravesó el país en el 2019.