Estudio prueba que cambio climático contribuyó a guerra y migración en Siria. (Foto: Reuters).
Estudio prueba que cambio climático contribuyó a guerra y migración en Siria. (Foto: Reuters).

Un estudio, liderado por el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA, por sus siglas en inglés), con sede en , demuestra por primera vez, que el cambio climático exacerba los conflictos y la migración, como ha sido el caso en la guerra civil en Siria, algo sobre lo que hasta ahora había escasa evidencia científica.

La investigación destaca que es la primera vez que, con datos en la mano, se establece un vínculo causal entre cambio climático, conflicto y migración.

Los investigadores indican que el efecto del cambio climático es "particularmente relevante" en los levantamiento de la denominada Primavera Árabe en Túnez, Libia, Yemen y Siria, que se sucedieron entre el 2010 y 2013.

En , inmersa desde el 2011 en una guerra civil, la gran sequía del 2007 al 2010, causada por el cambio climático y empeorada por la mala gestión pública, provocó una serie de malas cosechas y un desplazamiento de población desde zonas rurales a las ciudades.

La población urbana paso de 8.9 millones en el 2002 a 13.8 millones en el 2010, recuerda el estudio.

"Esto llevó al hacinamiento, al desempleo, a desórdenes políticos y a la guerra civil. Patrones similares se han encontrado en África subsahariana en el mismo período de tiempo", señalan los investigadores.

En el estudio se cruzaron datos de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) sobre solicitantes de asilo en 157 países durante el periodo entre el 2006 y 2015, con otros indicadores sobre temperaturas, precipitaciones y conflictos armados.

Además, se agregaron variables soecioeconómicas, demográficas y geográficas, así como elementos de la situación política y la existencia de comunidades étnicas y religiosas en cada Estado.

El estudio muestra de qué forma situaciones climáticas extremas, especialmente las sequías, inciden en la conflictividad, y ésta en el desplazamiento de poblaciones.

"Nuestros resultados indican que las condiciones climáticas, al incidir en la severidad de la sequía y la probabilidad de conflicto armado, desempeñó un papel importante como factor explicativo para las solicitudes de asilo en el periodo 2011-2015", indican los investigadores.

"El cambio climático no causará conflictos, y el consiguiente flujo de refugiados, en todos sitios. Pero en un contexto de pobre gobernanza, unas condiciones climáticas duras pueden desembocar en conflictos por recursos escasos", resume Jesús Crespo Cuaresma, jefe del Instituto de Macroeconomía de la Universidad de Economía de Viena, y que participó en la investigación.

Crespo Cuaresma explica que este estudio refrenda empíricamente por primera vez la hipótesis empleada en numerosos análisis geopolíticos sobre la incidencia del cambio climático en la eclosión de conflictos armados y la subsiguiente emigración.

"Hasta ahora, había muchas correlaciones" entre esos factores, afirma el investigador español, pero ahora han estudiado empíricamente "los mecanismo causales que llevan desde los cambios en temperatura y precipitaciones a un conflicto, y del conflicto al flujo de refugiados".

Crespo Cuaresma sostiene que el estudio demuestra que el cambio climático es "uno de los factores" detrás de la oleada de refugiados que salieron del país árabe en los últimos ocho años.

"Hay evidencia estadística causal de que ese mecanismo -cambio climático, conflicto y emigración- está presente en los datos" sobre el conflicto en Siria, pero también en el de Yemen o en otros como en el de Sudán del Sur.

El economista subraya que en aquellos países con menor calidad democrática o institucional este mecanismo causal es mucho más fácil de detectar.

La ONU ha constatado que el cambio climático está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos, así como incrementando su frecuencia, lo que tiene un impacto en las poblaciones humanas.

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