(Foto: Difusión)
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Para analizar los casos más graves de , Andreas Bootsveld no está solo. Además de los colegas de su unidad de cuidados intensivos, puede contar con la opinión de varios expertos.

Este colegio de especialistas no se encuentra en el recinto de la clínica sino a una veintena de kilómetros de distancia. Una que se hace mediante visitas telemáticas que ha experimentado una aceleración con la pandemia.

Desde marzo, este “hospital virtual” ha permitido repartir la ola de pacientes que habría podido sumergir a los grandes centros médicos en Alemania. A largo plazo, la podría mejorar el acceso a los cuidados especializados que en la actualidad están repartidos de manera desigual entre grandes ciudades y la periferia.

“Pacientes que sufren fallos pulmonares son normalmente casos para grandes hospitales” multidisciplinarios y muy equipados, explica Gernot Marx, director del departamento de cuidados intensivos del hospital universitario de Aquisgrán, uno de los centros especializados del hospital virtual. “Las clínicas comunales y regionales no lo hacen”, dice.

Gracias a los consejos telemáticos “ahora podemos hacer cosas para las que antes se hubiera necesitado un traslado”, confirma Bootsveld. El médico supervisa 14 camas de reanimación en el pequeño hospital de Stolberg -- cinco veces menos que el doctor Marx.

Desde marzo, la telemedicina ha permitido “garantizar la capacidad de los cuidados intensivos” en tiempos de pandemia, dice Sandra Dohmen, responsable médica del proyecto. “Hasta ahora, el 90% de nuestros pacientes han podido permanecer en los hospitales cercanos al lugar donde viven”.

Concilio virtual

Desde el 2012, existe un proyecto de “concilios virtuales” entre 17 clínicas de la región Renania del Norte Westfalia conectadas a dos centros universitarios. Pero “en marzo, el coronavirus fue la ocasión para ampliar la oferta” a todos los hospitales de la región, explica Dohmen.

“Temíamos que pasara en Alemania lo mismo que ocurrió en Italia”, recuerda Marx.

Con más de 1,800 videoconferencias, 300 pacientes han sido o siguen siendo seguidos. En el marco del proyecto europeo “ICU4COVID”, está prevista la puesta en marcha de un sistema similar para hacerse cargo de 30,000 pacientes al año.

En Stolberg, donde el departamento de reanimación ha sido equipado con WiFi, la visita virtual se hace con ayuda de un carrito equipado con un ordenador y una cámara. Con él, Bootsveld puede llegar a cada cama.

Pero para acelerar el despliegue ante el COVID-19, basta ahora con un ordenador portátil equipado con una cámara para efectuar una demanda de consulta en varios clics.

Un farmacéutico especializado en cuidados intensivos - Alemania solo cuenta con medio centenar- se suma una vez por semana telemáticamente a las “reacciones” de toda la región.

“Saber especializado”

“Ante el COVID-19 y los múltiples desconocidos, el hospital virtual permite crear una red para compartir conocimiento y ayudar a los pacientes”, dice Dohmen, que ve en él un “una gran plusvalía”.

Este enlace virtual también ha permitido tranquilizar a los allegados, preocupados por no tener acceso a un hospital universitario.

“Hemos podido decir cada día durante las visitas que teníamos la gran clínica con nosotros y que no se podría hacer otra cosa diferente”, cuenta Bootsveld. “Es tranquilizador.”

La satisfacción de tener el apoyo de especialistas de los hospitales universitarios es similar para el personal sanitario de las clínicas locales. “Cuando nos confirman que hemos pensado en todo”, esta segunda opinión “tranquiliza”, dice. No obstante, “tiene que seguir siendo una concertación, no tiene que convertirse en un tratamiento a distancia.”

“Evidentemente, esto no quiere decir que hayamos hecho la mala medicina intensiva antes” pero “tenemos acceso a un saber especializado que no teníamos en un hospital comunal”, dice el médico jefe en Stolberg.

No obstante, la transferencia automática de datos médicos deja que desear a veces, en un país retrasado en materia de digitalización. Todavía es necesario tomar notas a mano durante muchos minutos al inicio de cada conferencia y muchas listas de medicamentos todavía se transmiten por fax.