(Foto: AP)
(Foto: AP)

En están eligiendo un nuevo primer ministro, pero solo una de cada 400 personas tiene derecho a voto. Y la mayoría de ellas son hombres blancos de buena posición económica y edad avanzada.

El proximo gobernante será elegido por unos 160,000 miembros del Partido Conservador de gobierno, que tienen dos opciones a esta altura: el ex secretario de relaciones exteriores y el actual ocupante de esa cartera Jeremy Hunt, los últimos dos sobrevivientes a una contienda interna que comenzó con 10 candidatos.

Los conservadores eligen un nuevo líder para su partido, que será el próximo primer ministro, en un momento político extremadamente delicado. Hay un empantanamiento en el Parlamento y la partida de Gran Bretaña de la ha sido demorada hasta el 31 de octubre. El nuevo líder ayudará a decidir si el país se sale en forma ordenada, si hay un divorcio malo acompañado de un caos económico o si las cosas siguen en el aire.

Es una decisión trascendental, que está siendo tomada por un grupo que no representa al electorado británico en su totalidad.

Según un importante estudio académico, el 70% de los miembros del partido conservador son hombres, la mitad de ellos mayores de 55 años; el 86% son de clase media o alta y el 97% son blancos... en un país en el que entre el 10% y el 15% de la población pertenece a alguna minoría étnica. Y la mayoría de ellos ansía separarse de la UE, sin importar las consecuencias.

“Son muy, muy euroescépticos”, expresó el profesor de ciencias políticas de la Universidad Queen Mary de Londres Tim Bale, uno de los coordinadores del estudio. “Van a elegir a alguien que se identifica plenamente no solo con Brexit, sino con un Brexit sin un acuerdo”.

Si bien los británicos están divididos por la mitad en torno a la salida de la UE, la mayoría de los conservadores la apoyan. Y han endurecido sus puntos de vista en torno a la forma en que se dará esa salida. Durante la campaña del referendo del 2016 en que se decidió la partida, algunos propulsores de hablaron de permanecer en el mercado único de la UE, como Noruega, y de mantener estrechos lazos económicos con el bloque. Ahora, la mayoría de los partidarios de Brexit quieren una ruptura total y descartan seguir en un mercado único.

En el estudio de Bale, dos tercios de los conservadores dijeron que salir de la UE sin un acuerdo sería mejor que seguir atados a las reglas comerciales del bloque. Ignoran las advertencias de economistas que dicen que una partida sin un acuerdo afectaría severamente el comercio entre Gran Bretaña y la UE, al tiempo que provocaría una recesión en el país.

“Es un problema en el sentido de que la gente más fanática es la que decide” el próximo líder del país, expresó Bale.

Muchos no conservadores observan lo que sucede con una mezcla de frustración e impotencia. La parlamentaria del Partido Verde Caroline Lucas dijo que la contienda “es una de las elecciones más antidemocráticas en años” que vive el país. Sin embargo, no hay nada anormal en el proceso.

En el sistema parlamentario británico, la gente elige a los miembros del parlamento que representan su región. El partido con más bancas forma un gobierno y su líder es nombrado primer ministro. Los partidos pueden cambiar de líder sin acudir a las urnas. Es lo que sucedió cuando Gordon Brown reemplazó a Tony Blair como primer ministro en el 2007 y cuando sustituyó a David Cameron en el 2016.

May renunció luego de que su proyecto de Brexit fuese rechazado tres veces en el Parlamento.

Las contiendas conservadores, de hecho, eran menos democráticas todavía. Por años, los líderes “tory” fueron elegidos por los legisladores del partido, sin una votación. En la década de 1960 se instituyó el voto de legisladores y en la actualizad cualquiera que paga una tarifa anual de 25 libras (US$ 31) y que haya estado afiliado al partido por tres meses puede emitir un voto.

Para la mayoría de los conservadores, la salida de la UE es un tema de vida o muerte para el partido que gobernó Gran Bretaña más de la mitad de los últimos 100 años.

La moral del partido está por el suelo después de los desastrosos resultados de elecciones locales y europeas el mes pasado, en las que muchos conservadores se pasaron al nuevo Partido Brexit encabezado por Nigel Farage, que acusó a May de traicionar a los 17.4 millones de personas que votaron a favor de la salida de la UE.

Giles McNeil, líder conservador del este de Inglaterra, dijo que si Gran Bretaña no sale de la UE para el 31 de octubre, “eso sería el fin de los conservadores y el Partido Brexit pasaría a ocupar nuestro espacio”.

“No concibo que el pueblo británico nos perdone demasiado rápido por esa especia de traición”, agregó