Ciudadanos acuden a las urnas durante la segunda vuelta de las elecciones a gobernadores regionales hoy, en la comuna de Ñuñoa, en Santiago (EFE/ Elvis González)
Ciudadanos acuden a las urnas durante la segunda vuelta de las elecciones a gobernadores regionales hoy, en la comuna de Ñuñoa, en Santiago (EFE/ Elvis González)

La batalla por el gobierno en la Región Metropolitana de Santiago de Chile enfrenta este domingo a dos izquierdas, una centrista y otra más radical.

Según informa la , la elección puede parecer solo de interés local, pero los analistas aseguran que “el resultado puede incidir en el futuro político del país sudamericano” de cara a las elecciones presidenciales de noviembre del 2021.

Esto debido a que en los últimos comicios —de constituyentes, gobernadores (primera vuelta), alcaldes y concejales— los postulantes independientes se impusieron a los bloques tradicionales de derecha e izquierda.

Una suerte de “castigo” al establishment.

“En este contexto, la votación del domingo cobra especial relevancia, pues mostrará si ese cambio en las preferencias políticas de los chilenos se mantiene o no”, explica el medio londinense.

Claudio Orrego, candidato a Gobernador por la región Metropolitana, vota durante la segunda vuelta de las elecciones a gobernadores regionales hoy, en la Escuela Santa María, en Santiago. (EFE/ Esteban Garay)
Claudio Orrego, candidato a Gobernador por la región Metropolitana, vota durante la segunda vuelta de las elecciones a gobernadores regionales hoy, en la Escuela Santa María, en Santiago. (EFE/ Esteban Garay)

El candidato de la Democracia Cristiana (DC) al gobierno de la capital, Claudio Orrego, representa a un ala más tradicional dentro de la oposición chilena, mientras que Karina Oliva pertenece al Frente Amplio (FA), una coalición que nació en 2017 como una izquierda renovada y más moderna.

“Somos proyectos distintos. Nosotros tenemos propuestas concretas y, lo más importante, vamos a trabajar con todos los alcaldes para levantar nuestra región”, aseveró Orrego tras emitir su voto, popular por haber sido ministro, alcalde e intendente -un puesto similar al que opta ahora-.

En tanto, vestida de morado (haciendo alusión al movimiento feminista), Oliva acudió a votar escoltada por rostros conocidos del ala más radical.

“Queremos recuperar la Región Metropolitana para la ciudadanía y hacer que el crecimiento no les llegue a los mismos de siempre, si no a todos”, aseveró.

El triunfo de Oliva constataría la consolidación del Frente Amplio, grupo integrado por líderes estudiantiles y activistas sociales.

Para la politóloga de la Universidad de Chile Claudia Heiss, Oliva tiene un discurso lleno de alusiones al feminismo o al movimiento LGTBI pero, “tiene menos propuestas sólidas” que Orrego, a quien se le achaca más experiencia pese a que es percibido como un “símbolo de la oligarquía” y un “mal menor” de la derecha.

Karina Oliva, candidata a Gobernador por la región Metropolitana, llega a su centro de votación durante la segunda vuelta de las elecciones a gobernadores regionales hoy, en el liceo Javiera Carrera, en Santiago. (EFE/ Elvis González)
Karina Oliva, candidata a Gobernador por la región Metropolitana, llega a su centro de votación durante la segunda vuelta de las elecciones a gobernadores regionales hoy, en el liceo Javiera Carrera, en Santiago. (EFE/ Elvis González)

Son trece millones de personas las que están convocadas a votar en 13 de las 16 regiones del país -otras tres ya aseguraron a su candidato en primera vuelta- y la lectura de los resultados se hará con un ojo puesto en las elecciones presidenciales del próximo 21 de noviembre, especialmente sobre el candidato que salga en la capital.

El gobernador de la Región Metropolitana opta a ser al cargo más votado tras el del jefe de Estado y será la autoridad regional más de 7 millones de habitantes, pudiendo convertirse en el bastión de algún precandidato a la presidencia.

Oliva inclinaría el eje de la oposición hacia la izquierda radical, pudiendo impulsar al frenteamplista Gabriel Boric, o incluso al del Partido Comunista, Daniel Jadue, que lidera las encuestas. Por contra, Orrego podría ser la figura que mueva a un aspirante moderado.

Estas elecciones son vistas por gran parte de la sociedad como un paso histórico hacia la descentralización del país, ya que se elegirá por primera vez en las urnas a los gobernadores, un cargo que antes era designado por el Ejecutivo.

Los elegidos tomarán posesión el 14 de julio para un periodo de cuatro años y se convertirán en autoridades con alta visibilidad y, en muchos casos, en contrapoderes territoriales al centralizado Santiago.

La participación se prevé más baja que la de los comicios del pasado mayo, donde participó un 43 % del padrón debido a un brote de covid-19 que obligó a poner en cuarentena a toda la capital desde el sábado.

Con información de la BBC y la agencia EFE.

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