(Foto: Shutterstock)
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Cuba se parapeta para resistir una embestida sin precedentes del sector más anticastrista de, que cifra sus esperanzas de derribar al gobierno del Partido Comunista en la permanencia de en la Casa Blanca por cuatro años más.

Al cerco de 60 años contra La Habana, se sumaron en los últimos meses medidas que el canciller cubano Bruno Rodríguez define como "no convencionales".

"La campaña electoral en los Estados Unidos podría provocar que se acentúe el curso de confrontación contra nuestro país y medidas adicionales de bloqueo", pero Cuba está preparada "para enfrentar la arremetida" y "segura de vencer", agregó.

A continuación algunas claves de las sanciones para anticipar posibles escenarios:

1.- Trump, la última oportunidad

“Trump entregó las llaves de la política cona Marco Rubio (senador republicano por Florida, hijo de exiliados cubanos), a este sector de cubanos exiliados que buscan un cambio de régimen al costo que sea necesario”, dice el profesor cubano Arturo López-Levy, de la Holy Names University en California.

Su gestión está desmontando los acuerdos alcanzados durante el histórico acercamiento de su antecesor Barack Obama con La Habana. A cambio, busca los votos de Florida, estado considerado decisivo en las elecciones. También el apoyo ante un posible juicio político.

"No es de dudar que antes de las elecciones de 2020 vengan más restricciones. Suponen que, de perder Trump, sus esperanzas de mantener el muro del embargo se desvanezcan" porque "en el Partido Demócrata quieren intercambio con Cuba", agrega.

2.- ¿Qué han hecho?

Washington acusa a Cuba de "reprimir a su propio pueblo", con un gobierno de partido único, sin oposición legal y una economía controlada por el Estado.

También de apoyar a Nicolás Maduro en Venezuela "a través de los militares cubanos y sus servicios de seguridad". Cuba rechaza esas acusaciones, pero mantiene lazos con su aliado.

Las recientes sanciones incluyen suspender desde diciembre los vuelos directos a Cuba, excepto a La Habana. Antes suspendió los cruceros, prohibió el arriendo de aviones a Cubana de Aviación y aplicó restricciones a las visas.

Cuba opera con menos que el que necesita: 30% en septiembre; 60% en octubre, debido a sanciones a los tanqueros que lleven combustible a la isla. Se armaron enormes filas en las estaciones de servicio.

También limitó a US$ 1,000 trimestrales las remesas que los cubanoestadounidenses pueden enviar a sus familiares en la isla.

Y está la ley Helms-Burton: Trump activó en mayo una legislación de 1996 que permite incluso a cubanoestadounidenses, demandar en tribunales del país norteamericano a empresas extranjeras que gestionen en Cuba bienes confiscados por la revolución. Entre las demandadas están American Airlines y Amazon.

"La administración Trump esperaba más demandas (hasta ahora unas 20). Sin embargo, más importante que la cantidad de demandas es quién está demandando y quién está siendo demandado", explica el presidente del Consejo Económico y de Comercio entre Cuba y Estados Unidos, John Kavulich.

Los bancos internacionales han pasado a ser extremadamente cuidadosos. La mayoría se abstiene de operar en transacciones con Cuba, por temor a sanciones.

3.- ¿A quién afecta?

Esos disparos de catapulta desde extramuros no están cayendo precisamente en el Palacio de la Revolución, sino en blancos civiles.

Según la cancillería cubana, desde junio del 2017 Trump ha emitido 187 medidas "que afectan a individuos, empresas cubanas y cubanoamericanos".

"No es al Partido Comunista que están dañando, están dañando a personas que hasta pueden pensar de un modo diferente al gobierno, que pueden no ser socialistas. Les dificultan el contacto con la familia, les hacen difícil el acceso a bienes y a posibilidades financieras", dice el excanciller cubano Ricardo Alarcón.

"Estas medidas procuran aumentar la presión en la caldera económica para que el país estalle, y eso nadie en su sano juicio lo puede concebir que vaya a ocurrir sin daños a la población", explica por su parte López-Levy.

4.- ¿Qué más viene?

Según expertos consultados por AFP, estos podrían ser los próximos pasos:

- Mayores presiones para intimidar y bloquear comercio, financiamientos e inversiones.

- Mayor penalización al uso de dólares o sancionar a bancos que tercerizan transacciones con Cuba en otras monedas.

- Afectar las industrias de seguros al viajero para reducir el turismo, motor importante de la economía.

- Establecer un límite de gasto a los estadounidenses que viajen a Cuba.

- Ajustar más el envío de remesas.

- Bloquear el uso de tarjetas de crédito. Actualmente se aceptan Visa y Mastercard.

- Devolver a Cuba a la lista de países que apoyan el terrorismo.

- Rebajar las relaciones diplomáticas: la embajada en La Habana podría volver a ser solo oficina de intereses.