Camarones. (Foto: Difusión)
Camarones. (Foto: Difusión)

El lago Maracaibo es, en muchos sentidos, el hogar más improbable para una floreciente industria camaronera. Después de un siglo de incesantes perforaciones petroleras, muchas de las cuales se llevaron a cabo de manera imprudente y desordenada en los últimos años, su superficie está manchada por petróleo y obstruida por plataformas oxidadas que se elevan hacia el cielo.