EE. UU. refuerza la frontera con México

La crisis humanitaria en la frontera entre Estados Unidos y México se agrava ante el constante flujo migratorio de familias enteras que provienen de Centroamérica, quienes están dispuestos a asumir el riesgo de cruzar a territorio estadounidense pese a los impedimentos cada vez más estrictos que impone el mandatario Donald Trump.

A fin de combatir la inmigración ilegal, la Casa Blanca ha optado por reforzar la seguridad fronteriza, como sucede en el caso de la ciudad de Nogales, al sur de Arizona (EE.UU.), que colinda con una urbe mexicana del mismo nombre.

"Sigue habiendo mucha gente tratando de cruzar de forma ilegal, pero a esto se añade otra dinámica: familias enteras centroamericanas que se están entregan en la frontera, lo que está provocando una crisis humanitaria", señaló el agente fronterizo Daniel Hernández, en declaraciones a la agencia Deutsche Welle.

En Nogales, el Gobierno de Donald Trump ha dispuesto reforzar la línea divisoria que separa a ambas ciudades instalando un alambre de púas el cual, según Hernández, fue incorporado hace poco.

"Por supuesto, puede que todavía haya gente que logre cruzar o que incluso siga ingresando droga, pero es una herramienta eficaz y, en esta zona en concreto, nos ha cambiado la situación por completo", refirió sobre las iniciativas del gobierno sobre las fronteras.

Por su parte, alcalde de Nogales, Arturo Garino (Partido Demócrata), manifiesta su oposición a las políticas sobre inmigración que viene desarrollando la administración estadounidense, y más bien insta a Donald Trump a optar por el diálogo.

"El presidente Donald Trump debería ceder un poco y decir: intentemos llegar a un acuerdo, veamos cómo podemos cooperar manteniendo a la vez la seguridad fronteriza, el desarrollo económico y la relación bilateral con México", postuló el burgomaestre de la ciudad fronteriza.

De acuerdo a la agencia de refugiados de la ONU, México recibió 12,574 solicitudes de visas humanitarias entre el 17 y 29 de enero, casi todas de hondureños, guatemaltecos y salvadoreños. Al menos un 30% de ellos afirmar que su objetivo es llegar a Estados Unidos.

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