(Foto: Difusión)
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La de está agotando las redes de seguridad social en todo el mundo y subrayando diferencias marcadas en su aplicación entre sociedades ricas como y .

En Europa, el colapso de la actividad empresarial está desencadenando programas de apoyo salarial que mantienen a millones en el trabajo, por ahora.

En contraste, en Estados Unidos, más de 33.5 millones de personas se han quedado sin empleo en las últimas semanas y la tasa de desocupación se ha disparado a 14.7%. El Congreso aprobó un paquete de emergencia de US$ 2,000 millones para los seguros por desempleo y dar cheques de US$ 1,200 a cada contribuyente.

Ese es un patrón visto en anteriores recesiones económicas, particularmente durante la crisis financiera global de la década pasada. Europa depende de los programas que inyectan ese dinero en los bolsillos de las personas. Estados Unidos, por otro lado, confía en que el Congreso tome medidas al aprobar programas de emergencia.

El economista Andre Sapir, del instituto de investigación Bruegel en Bruselas, dijo que la política presupuestaria en Estados Unidos cumple en cierta manera la función del sistema de bienestar europeo porque el sistema estadounidense es menos generoso y una recesión puede ser mucho más dura para los trabajadores.

Cuando hay recesión en Estados Unidos, las personas desempleadas pueden quedarse sin seguro médico y hasta corren el riesgo de perder su casa a través de una ejecución hipotecaria. Por otro lado, los europeos suelen pagar impuestos más altos, lo que significa que ganan menos en los buenos tiempos.

“En Estados Unidos hay que seguir inyectando dinero en la economía para que las personas continúen empleadas, porque es a través del empleo que están protegidas”, dijo Sapir. “¿Cuál es el mejor sistema? No voy a entrar en esa discusión porque ese es realmente un gran problema”.

Estados Unidos clasifica por debajo del promedio en medidas de apoyo social entre los 37 países de la , cuyos miembros son en su mayoría democracias desarrolladas.

El país ocupó el último lugar en personas que viven en pobreza relativa, lo que significa que viven con la mitad del ingreso medio o menos, con 17.8%. Países como Islandia, Dinamarca, la República Checa y Finlandia tienen menos de 6%.