(Foto: Bloomberg)
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El auge del consumidor superexigente supone una presión adicional para las cadenas de suministro mundiales más allá del panorama de la actual guerra comercial.

Debido a los avances tecnológicos, las empresas están adoptando cada vez más una producción flexible en lugar de apostar a un mismo producto para todos ya que los clientes están dispuestos a pagar más por productos y servicios personalizados, según un informe de los economistas de en el , Shanella Rajanayagam y Doug Lippoldt.

"Los consumidores de hoy demandan cada vez más una mayor variedad de bienes y servicios adaptados a sus necesidades individuales", escribieron Rajanayagam y Lippoldt, citando sectores tan diversos como la ropa, la salud, los automóviles y la informática.

Es probable que esto provoque un cambio donde la producción se desplaza más cerca del consumidor final, dijeron.

Otro factor detrás de la tendencia es la presencia de y la expansión de la clase media en los mercados emergentes, todos con un poder adquisitivo creciente.

Los cambios podrían poner a economías como China, Bangladesh y Vietnam en guardia a medida que se desplaza el trabajo de fabricación de alto volumen y bajo coste. Ya hay pruebas de que estas economías están perdiendo esa ventaja relativa: solo el 18% del comercio de bienes realizado va desde países con salarios bajos a países con salarios altos, según el informe, que cita datos de McKinsey.

No obstante, los mercados emergentes no saldrán necesariamente perjudicados. Una encuesta de HSBC muestra que las empresas están aumentando la inversión en la producción de bienes y servicios personalizados, especialmente en Indonesia, Sudáfrica y Brasil. En Indonesia, que cuenta con una cohorte de mileniales en pleno auge, alrededor del 65% de los encuestados dijeron que planeaban aumentar dicha inversión.

Los economistas de HSBC consideran que los avances tecnológicos son el principal motor del comercio personalizado. Esto incluye la impresión 3-D, que se ha vuelto más accesible, más asequible y con mayor capacidad, lo que impulsa la producción localizada en lugar de pedidos de insumos intermedios de países en desarrollo.

Asimismo, la tecnología -que facilita una comunicación más rápida- también podría aumentar la eficiencia de la entrega de estos productos personalizados, escribieron los autores.

La que permite a los consumidores hacer un seguimiento de su nutrición y salud a través de las aplicaciones móviles, les permitirá comprar productos y servicios personalizados en esos sectores más fácilmente.