Comunistas rusos. (Foto: EFE).
Comunistas rusos. (Foto: EFE).

Los comunistas rusos anunciaron que han recabado ya cinco millones de firmas para convocar un referéndum sobre el controvertido proyecto de reforma de pensiones que ha generado protestas en todo el país.

"Por supuesto, creo que se convocará (el referéndum). La gente está firmando para se celebre. Ya tenemos cinco millones de firmas", dijo el líder comunista, Guennadi Ziugánov, a la agencia Interfax.

Ziugánov se mostró convencido de que la ley, que aumenta la edad de jubilación en ocho años para las mujeres -de 55 a 63- y en cinco para los hombres -de 60 a 65-, nunca será aprobada por la Duma o Cámara de diputados.

"Si de todas formas es aprobada, entonces habrá un colapso de las pensiones. Y después vendrá el colapso político. Es inevitable", advirtió.

Los comunistas han convocado una nueva protesta contra la reforma para el 2 de setiembre, aunque el Ayuntamiento moscovita aún no ha dado el visto bueno.

La Duma, que ya aprobó la reforma en primera lectura, celebró hoy un debate sobre la ley, que es apoyada por el partido del Kremlin, Rusia Unida, y rechazada por el resto de formaciones.

Mientras, más de un centenar de personas se manifestaron en las inmediaciones de la Cámara baja del Parlamento ruso para protestar contra la iniciativa en un acto convocado por los comunistas.

"Reforma de pensiones, de camino al cementerio", "La vejez no está en los planes del Gobierno" o "Atraco a los trabajadores", rezaban algunas de las pancartas.

El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, aseguró que hace "mucho tiempo" que era necesario reformar el sistema de pensiones y que si se aplazara una decisión al respecto "podría ocurrir algo irreversible".

Uno de los abanderados de la reforma desde hace años es el antiguo ministro de Finanzas Alexéi Kudrin, actual jefe del Tribunal de Cuentas, quien aseguró en la Duma que la reforma había que haberla iniciado "hace diez años".

"Había que haberla hecha mucho antes. Ahora nos encontramos al borde del precipicio. Hay que hacerla obligatoriamente", subrayó.

De lo contrario, advirtió, será imposible elevar las pensiones hasta alcanzar un 60%-70% del salario mínimo, como en los países desarrollados, y consideró que, independientemente de la ideología del Ejecutivo de turno, la presión demográfica obliga a cualquier Gobierno a reformar las pensiones.

"El próximo año el número de personas que integran la población activa se reducirá en medio millón. Tenemos déficit de trabajadores", afirmó.

Kudrin utilizó el concepto "longevidad activa", en la que lo importante no es sólo aumentar las pensiones, sino también elevar la esperanza de vida, y recordó que en Rusia en los primeros años después de la jubilación siguen trabajando un 65 por ciento de los pensionistas.

"Eso no ocurre en ningún lugar del mundo. Además, otro 15% no trabaja. Entonces, sólo un 20% se jubila tras dejar su trabajo", destacó.

En línea con la propuesta presentada ayer por Rusia Unida de seguir pagando las pensiones durante un período de transición, Kudrin admitió que hay que suavizar la primera versión de la reforma y estimó dicho plazo en 10 años para los hombres y 16 para las mujeres.

La oposición, que sostiene que más del 90% de la población rechaza esa reforma, ha celebrado en las últimas semanas varias manifestaciones de protesta en diferentes ciudades del país.

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