Las grandes empresas están aumentando sus planes de contingencia para enfrentar la situación en caso de que Reino Unido salga de la Unión Europea sin un acuerdo, en momentos en que la primera ministra Theresa May no logra retomar las negociaciones tras un importante revés esta semana.

Gran Bretaña apunta a sellar un acuerdo con la UE el 14 de diciembre para avanzar a la segunda fase de las negociaciones del Brexit y trazar una hoja de ruta tras la salida efectiva del bloque en marzo del 2019. Pero el cronograma quedó en duda cuando el lunes fracasaron los debates en marcha en Bruselas.

Importantes ejecutivos del sector de servicios financieros, que representa alrededor de 12% de la economía británica, dijeron a Reuters que los esfuerzos de May por asegurar un acuerdo de transición habían llegado demasiado tarde y que no tenían otra opción que comenzar a reestructurarse.

Grandes supermercados como Tesco y Sainsbury's han estado trabajando con los proveedores para detectar posibles demoras, escasez de productos o aumentos de precios. Han trazado un plan de proveedores alternativos, según fuentes de la industria.

La incertidumbre es particularmente complicada para el sector de manufacturas, dado que los delgados márgenes vuelven riesgosa una reestructuración a menos que sea indispensable. Si bien han estado evitando invertir, se preparan para una nueva certificación que les permita vender en Europa si no hay trato.

"La demora es tan grande y la incertidumbre es tal que las compañías no tienen otra alternativa que empezar a desplegar sus planes" de contingencia, dijo el jefe de una de las empresas británicas más grandes.

Punto de peligro
Mientras Reino Unido y la UE trabajan contrarreloj para retomar las negociaciones esta semana, el presidente de un importante banco internacional dijo que sus ejecutivos habían decidido prepararse para lo peor.

"La pregunta ya no es más si vamos a trasladar (las operaciones a la UE), es cuán grandes son esos traslados", precisó el empresario, que agregó que el banco ha comenzado a debatir con sus clientes la relocalización de actividades financieras en Europa y la reconfección de miles de contratos.

Otro empresario de un importante banco estadounidense dijo que estaba cada vez más preocupado porque el Gobierno de May pudiera colapsar tras el fracaso de las negociaciones en Bruselas. "Estamos en el máximo punto de peligro", señaló.

En tanto, los minoristas de alimentos están buscando proveedores alternativos en Reino Unido o fuera de la UE en caso de que haya demora en las fronteras o nuevas tarifas que pudieran interrumpir los envíos. Casi el 30% de los alimentos y bebidas que consume Gran Bretaña provienen de la UE.

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