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Las autoridades de y , que reciben mayor número de migrantes venezolanos, anunciaron el martes que compartirán una base de datos sobre los ciudadanos de que entran, permanecen y salen de sus países para facilitar la toma de decisiones en política migratoria.

El director de Migración Colombia, Christian Kruger, dijo en rueda de prensa junto al superintendente Nacional de Migraciones de Perú, Eduardo Sevilla, que la información compartida -que incluirá cifras sobre salud, educación y seguridad- servirá para “implementar mecanismos” para enfrentar una problemática que provoca efectos en la región.

Añadió que no tienen contacto con las autoridades migratorias venezolanas porque no reconocen el fenómeno, lo cual hace todo más “complejo”.

Sevilla comentó que ingenieros de las agencias migratorias de ambos países trabajan en un sistema de información que permitirá conocer “en tiempo real” los datos que se acumulan en los puestos fronterizos.

Buscamos una migración “ordenada y segura”, dijo Sevilla, quien invitó a Ecuador a unirse a la iniciativa. A la cita de dos días a puertas cerradas también asistió un representante de Brasil como observador, dijo Kruger.

Horas antes, 89 venezolanos arribaron a Caracas procedentes de Lima en un vuelo financiado por el gobierno de . Algunos de los viajeros, visiblemente emocionados, dijeron a la estatal Venezolana de Televisión que decidieron retornar porque enfrentaron una dura situación y se les hizo cuesta arriba mantenerse en Perú.

El gobierno venezolano expresó en un comunicado que los repatriados reportaron que fueron sometidos a “indecibles vejaciones, a trato cruel e inhumano, a muestras infames de xenofobia y de delitos de odio”.

Venezuela atraviesa una compleja crisis económica y social agravada por la caída de los ingresos petroleros, la hiperinflación, una severa escasez de alimentos y medicinas y una fuerte recesión. Las autoridades sostienen que la crisis es consecuencia de una “guerra económica” emprendida por opositores y empresarios.

Para hacer frente a la crisis Maduro aplicó este mes una reconversión monetaria que eliminó cinco ceros al bolívar, dispuso un alza a 16% del Impuesto al Valor Agregado, aumentó los controles de precios, estableció una tasa única de cambio que representó una fuerte devaluación e incrementó más de 3.000% el salario mínimo.

A su vez ofreció a los venezolanos que han emigrado un plan de ayuda estatal para animarlos a regresar.

Las recientes medidas han sido cuestionadas por analistas y empresarios que han advertido que el programa económico agravará la recesión y la inflación, que según el Fondo Monetario Internacional podría cerrar este año en un millón por ciento.

La crisis económica y social ha desatado una migración masiva. De acuerdo con estimaciones de Naciones Unidas, 2.3 millones de venezolanos han salido desde 2014 del país.