Foto: AP
Foto: AP

adoptará una política fiscal más vigorosa para abordar la incertidumbre externa sin recurrir a fuertes medidas de estímulo monetario, reportó la radio estatal, tras citar al Gabinete.

La desaceleración del crecimiento económico inició un debate entre las autoridades del Gobierno respecto a si la política fiscal debería tener un rol más preponderante para mitigar el impacto de la guerra comercial entre China y .

"La política fiscal proactiva será aún más activa", dijo la radio estatal tras citar un comunicado emitido después de la reunión del Gabinete, comandada por el primer ministro Li Keqiang.

La política fiscal se enfocará en recortar impuestos a las compañías y en acelerar la emisión de bonos especiales de gobiernos locales, indicó el Gabinete, citado en el reporte.

El Gobierno aprobará un recorte de impuestos de 65,000 millones de yuanes (US$ 9,600 millones) mediante la expansión de una iniciativa que beneficia a las empresas de tecnología y que ahora estará disponible a todas las firmas, lo que se sumará a una meta general de reducir todos los gravámenes y tarifas en 1.1 billones de yuanes durante este año, dijo el Gabinete.

China mantendrá una liquidez amplia y un financiamiento social apropiado, en línea con una política monetaria prudente, que no será demasiado restrictiva ni muy expansiva, añadió.

El crecimiento de la economía se desaceleró ligeramente a 6.7% en el segundo trimestre, en medio de los esfuerzos de Pekín por contener la deuda que afectaron la actividad, mientras que la producción fabril se debilitó en junio hasta su menor nivel en dos años, ante la preocupación por los efectos de la guerra arancelaria.

Las acciones regulatorias de China han elevado los costos de financiamiento de las empresas, lo que llevó al banco central a reducir su encaje bancario tres veces este año. Los mercados esperan nuevas reducciones.