El régimen comunista insiste en que su llegada frenó rebeliones encaminadas a “preservar un bárbaro sistema feudal y de servidumbre” y que en estos años ha logrado mejorar el nivel de vida de los ciudadanos gracias a sus inversiones. (Foto: AFP).
El régimen comunista insiste en que su llegada frenó rebeliones encaminadas a “preservar un bárbaro sistema feudal y de servidumbre” y que en estos años ha logrado mejorar el nivel de vida de los ciudadanos gracias a sus inversiones. (Foto: AFP).

El justificó la entrada, hace ahora 70 años, de sus tropas en el con afirmaciones como que la región pasó “de la pobreza a la prosperidad” y de “la autocracia a la democracia”, indicaron altos funcionarios.

“El Tíbet se ha embarcado en un viaje de la oscuridad a la luz. Este es un Tíbet nuevo, socialista, que se yergue firme y alto sobre el techo del mundo”, dijo hoy el presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh, órgano asesor), Wang Yang, durante una ceremonia conmemorativa en Lhasa, la capital tibetana, custodiada por legiones del Ejército chino.

Wang defendió que “con el establecimiento del sistema socialista y de la región autónoma tibetana se aseguraron los derechos de todos los grupos étnicos” del Tíbet, donde asociaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado durante años continuos ataques a la cultura y la religión de los tibetanos, quienes no pueden venerar libremente a su antiguo líder, el dalái lama.

“La liberación del Tíbet fue una gran victoria en la causa china de la reunificación”, agregó Wang sobre los días en que se firmó el “Acuerdo de 17 puntos” por el que la región pasó a formar parte de la República Popular China el 23 de mayo de 1951.

El régimen comunista insiste en que su llegada frenó rebeliones encaminadas a “preservar un bárbaro sistema feudal y de servidumbre” y que en estos años ha logrado mejorar el nivel de vida de los ciudadanos gracias a sus inversiones.

Según Wang, el Producto Bruto Interno (PBI) del Tíbet sobrepasó los 190,000 millones de yuanes (US$ 29,300 millones) en el 2020, mientras que en el periodo 2016-2020 la región recibió 160 millones de turistas.

En estos 70 años, dijo el funcionario, la esperanza de vida aumentó de 35.5 años a 71.1: “El hambre, la pobreza y el analfabetismo en el Tíbet son cosas del pasado”, destacó.

Asimismo, aseguró que hay 140 vuelos que conectan el mundo con el Tíbet, aunque para acceder a la región es indispensable contratar los servicios de una agencia de viajes local.

Además, los periodistas extranjeros afincados en tienen vetado el acceso, y solo pueden entrar con viajes organizados por el Gobierno chino que requieren de invitación.

Polémica sucesión del dalai lama

Wang también dio algunas pinceladas acerca de las próximas políticas del Gobierno chino para con los tibetanos: “La prosperidad y el desarrollo vienen de la mano del socialismo y el liderazgo del PCCh. Funcionarios y público en general deben movilizarse para forjar una defensa acorazada contra toda actividad separatista”.

El PCCh se opone al sistema vigente de “reencarnación” del dalai lama -el actual tiene 86 años y se encuentra exiliado en India-, y planea nombrar a su propio líder religioso en base a “las normas chinas”.

“Hay que guiar al budismo tibetano a adaptarse a la sociedad socialista”, apuntó hoy Wang, quien también demandó “esfuerzos para enseñar el chino mandarín” en el Tíbet y para “promover los símbolos culturales de la nación china entre todos los grupos étnicos”.

El funcionario aprovechó la efeméride para lanzar un dardo a aquellos grupos “extranjeros” que critican sus políticas en Tíbet: “Nadie de fuera de China tiene el derecho a señalarnos con el dedo. Cualquier maniobra diseñada para separar al Tíbet de China está condenada al fracaso”, dijo.

En torno a 150,000 tibetanos viven en el exilio, muchos de ellos en Dharamshala (India), después de que el dalai lama se marchara allá en 1959, tras ocho años de convivencia con las fuerzas maoístas.