“Estados Unidos vuelve a emplear trucos como las sanciones para presionar a China”, apunta el portavoz, (Imagen referencial: REUTERS).
“Estados Unidos vuelve a emplear trucos como las sanciones para presionar a China”, apunta el portavoz, (Imagen referencial: REUTERS).

calificó de “acoso arbitrario e inadmisible” las últimas sanciones impuestas por el a siete funcionarios chinos en Hong Kong por “socavar la autonomía” de ese territorio.

En un comunicado, un portavoz de la delegación en Hong Kong del Ministerio de Asuntos Exteriores chino prometió “represalias” ante lo que consideran una nueva intromisión de Washington en “los asuntos internos de China”.

“Estados Unidos vuelve a emplear trucos como las sanciones para presionar a China”, apunta el portavoz, que asegura que se trata de “otro ejemplo del ‘acoso estadounidense’ y del ‘doble rasero estadounidense’” antes de sentenciar: “Todas sus presiones y sanciones no son más que un desperdicio de papel”.

Estados Unidos también advirtió a las empresas del país que operan en Hong Kong de los “emergentes” riesgos operativos, financieros, legales y de reputación tras la imposición por parte de Pekín de una polémica ley de seguridad nacional para la antigua colonia británica hace un año, y la nueva legislación china para contrarrestar las sanciones estadounidenses.

El “aviso de negocios” de Washington alerta de posibles “represalias” de China contra las empresas que respeten las sanciones estadounidenses y de otros países, problemas de privacidad de datos y “vigilancias electrónicas sin orden judicial”.

En respuesta, el portavoz de la oficina de la Cancillería china en la región semiautónoma afirma que esto solo son “excusas” que ocultan la que, en su opinión, es la verdadera intención de Estados Unidos: “Menoscabar la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong, poner en peligro la seguridad nacional de China y frenar el desarrollo de China”.

Pekín afirma que la citada ley de seguridad nacional -que contempla penas hasta de cadena perpetua por delitos como confabulación con fuerzas extranjeras, y que ha sido empleada principalmente contra opositores y participantes en las protestas antigubernamentales del 2019- ha garantizado un entorno de negocios “más seguro, estable y predecible” para los inversores foráneos.

“Los derechos legítimos y los intereses de los inversores internacionales, incluidas las compañías estadounidenses con sede en Hong Kong, están mejor protegidos”, asevera.

En un comunicado emitido ayer, la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Hong Kong reconoce los riesgos derivados de un “entorno geopolítico cada vez más complicado”, pero defiende la importancia del centro financiero asiático en el comercio y los flujos financieros entre Oriente y Occcidente y reclama “trabajar de forma constructiva” con los actores privados y públicos de la zona.