El proyecto de ley que el régimen comunista depositó el viernes en el Parlamento chino para prohibir la “traición, la secesión, la sedición y la subversión” en Hong Kong, ha vuelto a activar al movimiento prodemocracia. (Foto: AP)
El proyecto de ley que el régimen comunista depositó el viernes en el Parlamento chino para prohibir la “traición, la secesión, la sedición y la subversión” en Hong Kong, ha vuelto a activar al movimiento prodemocracia. (Foto: AP)

Cuarenta y siete miembros de un movimiento por prodemocracia de fueron inculpados de “subversión” este domingo, en relación con las primarias del verano pasado, en una muestra más de la implacable represión de en el territorio semiautónomo.

Estos encausamientos se producen un mes después de una gran redada en la que 55 personas, entre ellas algunas de las más importantes figuras del movimiento prodemocracia, fueron detenidas.

“La policía inculpó esta tarde a 47 personas por ‘complot en vistas a cometer un acto de subversión’”, anunció este domingo la policía en un comunicado.

“Todas las voces principales del movimiento prodemocracia de Hong Kong están ahora en la cárcel, en el exilio o inculpadas de subversión”, tuiteó la activista Sophie Mak.

La reaccionó manifestando su “fuerte preocupación”. “La naturaleza de estas acusaciones muestra claramente que el pluralismo político legitimo ya no será tolerado en Hong Kong”, subrayó la oficina de la UE en la excolonia británica.

Tras las grandes manifestaciones prodemocracia del 2019 en Hong Kong, a menudo violentas, y la victoria aplastante de los candidatos de la oposición en las elecciones de distrito, Pekín respondió con firmeza.

En mayo del 2020, el parlamento chino, en manos del impuso una ley sobre la seguridad nacional que contribuyó a amordazar a numerosas figuras de la oposición hongkonesa.

La ley persigue principalmente cuatro delitos: subversión, secesión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras.

Estos cargos pueden generar condenas de hasta cadena perpetua.

“Lucharemos”

Entre los inculpados este domingo, se encuentran exdiputados como Claudia Mo, profesores universitarios como Benny Tai, abogados, trabajadores sociales y numerosos activistas más jóvenes, como Joshua Wong.

Según la policía, fueron inculpados 39 hombres y 8 mujeres de entre 23 y 64 años.

Joshua Wong, uno de los rostros más conocidos del movimiento prodemocracia, ya está encarcelado por haber organizado manifestaciones en el 2019.

Varias de las personas procesadas mostraron una actitud combativa antes de ir a comisaría.

“La democracia nunca es un regalo del cielo. Se gana con una voluntad de hierro”, declaró Jimmy Sham, del Frente Civil de Derechos Humanos, una organización que defiende la no violencia y que organizó varias manifestaciones en el 2019. “Permaneceremos fuertes y lucharemos por lo que queremos”, agregó.

“Hace tiempo que decidimos no inclinarnos ante el totalitarismo”, declaró por su parte Lester Shum. “Espero que los hongkoneses compartan esta determinación”.

Los 47 están siendo procesados en relación con las primarias de la oposición, en las que participaron 600,000 personas el pasado julio, de cara a las legislativas de septiembre, que finalmente fueron postergadas a causa de la pandemia de coronavirus.

La oposición, que partía como favorita para esos comicios, ya resultó victoriosa en las elecciones locales de finales del 2019.

“Grave provocación”

Las primarias causaron el enfado de Pekín, que las presentó como una “grave provocación”, un intento de paralizar al gobierno de la ciudad, y advirtió que la campaña podría ser interpretada como un acto de “subversión” en virtud de la ley de seguridad nacional.

La mayor parte de los candidatos fueron inhabilitados por las autoridades.

Hong Kong nunca ha gozado de una democracia plena, pues el jefe de su ejecutivo no es elegido por sufragio universal, y los habitantes solo eligen a la mitad del parlamento local, el LegCo.

No obstante, China siempre había tolerado la existencia de la oposición.

Los países occidentales acusaron a Pekín de eliminar las libertades prometidas en el marco del principio “Un país, dos sistemas” decidido antes de que Hong Kong fuera retrocedido a China por el Reino Unido.