Jair Bolsonaro, presidente de Brasil. (Foto: AP)
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil. (Foto: AP)

El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, atacó este martes a Francia al defender un proyecto de su Gobierno con el que pretende reglamentar la minería en las reservas indígenas del país, la mayoría de ellas situadas en la Amazonía.

El mandatario aseguró en sus redes sociales que en Brasil hay “casi 600 comunidades indígenas”, “muchas de las cuales quieren” explotar los recursos minerales de sus tierras, aunque no especificó ni cuántas, ni cuáles.

Bolsonaro, que este miércoles cumplirá su primer año en el poder, reaccionó así a una reunión entre el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, y el embajador de Bélgica en Brasil, Patrick Herman, en la que se le expuso al diplomático los motivos para impulsar esa iniciativa.

Según el jefe de Estado, los Gobiernos de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y Dilma Rousseff (2011-2016) también promovieron “sin éxito” regular “la minería en tierras indígenas”.

Asimismo, recordó que su aprobación requerirá hablar previamente con las comunidades interesadas, la autorización del Congreso, y compartir con los pueblos originarios los beneficios generados por la actividad.

“Ningún país del mundo tiene esas exigencias”, garantizó Bolsonaro, para acto seguido criticar a Francia por su política en la Guayana Francesa, un departamento de ultramar del país europeo localizado en Suramérica.

“Francia hace minería en la Guayana y ni siquiera reconoce, en ese territorio suyo, qué es una comunidad indígena”, afirmó.

El presidente brasileño ya arremetió meses atrás contra el presidente francés, Emmanuel Macron, después de que éste último le pidiera cuidar de los incendios en la Amazonía.

Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército y líder de la extrema derecha en Brasil, subrayó este martes que “la cultura occidente europea, como la belga”, incorporó a los indígenas y a los africanos a su cultura, pero “hoy los condenan a la miseria” al no permitirles explotar sus tierras.

También defendió el trabajo de empresas que ya actúan en la región, como el gigante minero Vale, que, según el gobernante, es la responsable de preservar un vasto territorio en el estado amazónico de Pará (norte).

Vale, mayor productora y exportadora mundial de hierro, fue protagonista en los últimos cuatro años de los dos mayores desastres medioambientales de la historia de Brasil.

El primero ocurrió en 2015, cuando una represa minera de Samarco, empresa controlada por Vale y la anglo-australiana BHP Billiton, se rompió en el estado de Minas Gerais (sudeste) y dejó 19 muertos, arrasó varias localidades y causó un daño ambiental incalculable a lo largo de 660 kilómetros del río Doce.

También en Minas Gerais, el 25 de enero de este año, otro dique minero de Vale colapsó y generó una nueva ola de barro, agua y restos minerales que causó 259 muertos y 11 desaparecidos.

Pero para Bolsonaro “son los nuevos minerales y las modernas tecnologías que arreglarán los daños ambientales del presente y del pasado, causados, principalmente, por los países ricos”.

“Las riquezas minerales no están donde queremos, pero sí donde la naturaleza las colocó: en el norte de Brasil, donde ‘curiosamente’, gobiernos anteriores demarcaron enormes áreas indígenas”, agregó.

Bolsonaro informó que el ministro Bento Albuquerque expondrá el polémico proyecto a otros embajadores para, a juicio del gobernante, “mostrarles lo bueno que será para los indígenas, para Brasil y para el mundo la minería en tierras indígenas”.

La minería a gran escala en la Amazonía ya está reglamentada. El nuevo proyecto lo que pretende es legalizar la minería artesanal o de pequeña escala (garimpo), principalmente en las tierras indígenas.