Bolivia posee unas reservas de 21 millones de toneladas de litio, unas de las mayores de todo el mundo, la mayor parte en el salar de Uyuni en Potosí. (Foto: Difusión)
Bolivia posee unas reservas de 21 millones de toneladas de litio, unas de las mayores de todo el mundo, la mayor parte en el salar de Uyuni en Potosí. (Foto: Difusión)

El Gobierno de defendió este miércoles que la aplicación de la tecnología de extracción directa del (EDL) le permitirá acelerar el proceso de industrialización de ese recurso y alcanzar la ansiada producción de derivados a escala industrial hacia el 2025.

El viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Álvaro Arnez, sostuvo que con la EDL se puede “apresurar el aprovechamiento” del litio y darle un valor agregado mediante la industrialización.

“Esto nos permitirá dar un salto cualitativo y llegar a finales del 2024 o inicios del 2025 con la producción a escala industrial de hidróxido de litio y cátodos de baterías”, sostuvo Arnez citado en un comunicado de prensa del Ministerio de Hidrocarburos y Energías.

El viceministro recordó que en noviembre pasado se firmaron memorandos de “entendimiento y de confidencialidad” con ocho compañías para que realicen pruebas piloto con tecnologías EDL en las salmueras de los salares bolivianos de Uyuni, Pastos Grandes y Coipasa.

Estas firmas son CATL BRUNP & CMOC, Fusion Enertech, EnergyX, Tecpetrol, Lilac Solutions, Citic Guoan/CRIG, TBEA Group y Uranium One Group, de Estados Unidos, China, Rusia y Argentina.

Las empresas “no están autorizadas para explotar el litio de los salares del país”, solamente se les entregó “determinadas cantidades de salmueras para que realicen sus demostraciones y hasta abril” presenten los resultados obtenidos, aclaró la autoridad.

Las organizaciones cívicas de Potosí, la región donde está el salar de Uyuni, han expresado rechazo a lo que consideran una supuesta entrega de los recursos naturales de ese departamento a empresas transnacionales.

Arnez remarcó que se optó por analizar el uso de la tecnología EDL para acelerar la industrialización del litio, ya que la misma permite disminuir el tiempo para la separación del elemento y otros metales que se encuentran en las salmueras, así como reducir gastos y también el impacto ambiental, según el comunicado.

“Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) evaluará cuál es la mejor tecnología, es decir la que nos cuesta menos, que nos dé mejor rendimiento en menor tiempo y que sea menos contaminante, y recién pasaremos al siguiente paso que es adquirir la patente de la o las empresas que cumplan estos indicadores”, afirmó.

También agregó que el país no está erogando recursos para estas pruebas y que son las empresas las que asumen estos costos.

Bolivia posee unas reservas de 21 millones de toneladas de litio, unas de las mayores de todo el mundo, la mayor parte en el salar de Uyuni en Potosí.

El litio estuvo en el foco tras la salida de Evo Morales de la Presidencia en noviembre del 2019, pues el exmandatario ha asegurado varias veces que se vio obligado a renunciar por un supuesto golpe de Estado en su contra promovido por intereses como los de Estados Unidos sobre este recurso boliviano.

Una denuncia que ha sido negada por las partes aludidas y por las autoridades del Gobierno transitorio de la expresidenta Jeanine Áñez que se limitó a mantener los proyectos iniciados por Morales y no tomó decisiones sobre posibles alianzas con inversionistas extranjeros.

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