La apertura es un paso más en la mejora de las conexiones de transporte público entre los antiguos Berlín este y oeste. (Foto: Shutterstock).
La apertura es un paso más en la mejora de las conexiones de transporte público entre los antiguos Berlín este y oeste. (Foto: Shutterstock).

Con la apertura de la estación de metro de la Isla de los Museos, logra completar su nueva línea 5, un proyecto estrella plagado de retrasos y sobrecostes que conecta la Cancillería, el Bundestag y el Museo de Pérgamo con la periferia del antiguo Berlín oriental.

La última estación de la línea entró en funcionamiento esta semana poniendo punto final a una ampliación que ha costado 540 millones de euros (US$ 641.36 millones) y se ha prolongado 10 años.

La nueva estación no es una más. Conecta el Ayuntamiento Rojo con una de las principales avenidas de la capital Unter den Linden, y en sus techos abovedado azul oscuro brillan 6,662 puntos de luz, que representan pequeñas estrellas.

El techo se inspira en el diseño escénico del “Salón de las Estrellas de la Reina de la Noche” del arquitecto premodernista alemán, Karl Friedrich Schinkel, para una interpretación de la flauta mágica de Mozart en Berlín en 1816.

La conexión cultural es evidente. Desde la estación se accede a la Isla de los Museos, mundialmente famosa, visitada por millones de personas en condiciones normales cada año. Desde 1999 este pequeño terreno abrazado por el río Spree es patrimonio de la Humanidad según la UNESCO por contener el Museo Altes, el Museo Neues, la Alte Nationalgalerie, el Museo Bode y el Museo de Pérgamo.

La nueva estación será una puerta de entrada a la vida cultural de Berlín y se construyó con la idea de ser un hito cultural en sí mismo.

La estación de la Isla de los Museos no será una rareza. El eminentemente anodino entramado del metro berlinés, inauguró en 1902, está salpicado de joyas excéntricas, incluidas bóvedas neobarrocas, curvas de arte pop, diseño industrial de los años 60 y psicodelia de los ochenta.

El interior de la nueva estación, diseñado por el arquitecto suizo Max Dudler, más allá de las bóvedas estrelladas, parece girar más en la dirección minimalista y austera: la explanada principal es una columnata de columnas grises texturizadas como un mausoleo.

Reconectando una ciudad dividida

Más allá de las cuestiones estéticas está su utilidad. La apertura es un paso más en la mejora de las conexiones de transporte público entre los antiguos Berlín este y oeste, separados por un muro durante casi tres décadas. La cicatriz aún es visible en las redes de metro y tranvía.

En 1995, la ciudad reunificada cinco años antes, comenzó a extender la línea 5 para subsanar este problema. Se quería llegar desde Alexanderplatz -el final de la línea antigua- hasta la nueva Cancillería, aprovechando el regreso del Ejecutivo y el Legislativo a Berlín.

Pero la construcción se detuvo abruptamente en el 2002 por los problemas financieros que atravesaba la ciudad estado. La capital acabó abriendo una de las partes concluidas de la obra, pero que no conectaba con el resto de la línea.

Durante este período, se encontraron usos alternativos para parte de las instalaciones construidas. La estación debajo del parlamento alemán se usó para albergar la primera carrera de karts subterráneos de Alemania, para filmar escenas de la película de terror Resident Evil y para montar una ópera sobre Angela Merkel.

La construcción se reanudó en el 2010, con la apertura de tres nuevas estaciones. Diez años después, en diciembre del 2020, entró en funcionamiento todo el resto de la extensión, unos dos kilómetros, a excepción de esta última estación.

Las obras también han tenido problemas por su dificultad técnica: el túnel pasa por debajo de varios edificios antiguos de carácter monumental, así como por debajo del río.

La apertura de la línea 5 tiene lugar apenas unos meses después de que se abriese en octubre del 2020 el nuevo aeropuerto de Berlín, con casi nueve años de retraso y unos sobrecostes de 4,500 millones de euros sobre los 2,000 millones inicialmente previstos. No hubo inauguración: por la pandemia y por el rosario de problemas y escándalos que acompañaron su construcción.