Foto: Reuters.
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Los asentamientos precarios o "campamentos" se han multiplicado en durante esta década ante la escasez de suelos para viviendas sociales, los elevados costos de alquileres y una creciente ola migratoria, dijo el gobierno.

Pese a que Chile es una de las economías más sólidas de Sudamérica, hay 822 barriadas que no cuentan con acceso regular a servicios básicos (alcantarillado, agua potable o energía eléctrica), 78% más que en el 2011, cuando se realizó el último conteo oficial.

Los asentamientos irregulares equivalen a un total de 46,423 hogares, dijo el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

"Tenemos que transformar los campamentos en algo visible. Esto es una urgencia y el catastro es una información que era necesaria poner sobre la mesa para encontrar soluciones", dijo Cristián Monckeberg, ministro de la Vivienda y Urbanismo.

El catastro reveló también que el 75% de los asentamientos tiene un acceso deficitario a la red eléctrica, que sólo el 10% cuenta con agua potable regular y que el 81% posee un acceso limitado a servicios sanitarios.

El gobierno atribuyó la multiplicación de los campamentos a los altos costos de los arriendos en el centro y norte del país, junto con una inusual ola de inmigrantes que han llegado en busca de mejores expectativas de vida, pero que enfrentan una dura realidad marcada por el hacinamiento.

La situación deja en evidencia que Chile tiene uno de los peores niveles de distribución de ingreso de la región, pese a que el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita supera los US$ 24,000.

Además, el salto de los asentamientos irregulares incrementa la presión sobre los planes del actual gobierno de centroderecha de transformar a Chile en un país desarrollado y sin pobreza al 2025.

Bajo este panorama, el ministerio anunció que rediseñará las estrategias de viviendas sociales para disminuir el número de "campamentos" de manera sistemática.

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