De acuerdo a lo pactado hace tres años, el país debería pagar al organismo, entre capital e intereses, US$ 19,020 millones el próximo año, US$ 19,270 millones en el 2023 y US$ 4,856 millones en el 2024. (Foto: EFE)
De acuerdo a lo pactado hace tres años, el país debería pagar al organismo, entre capital e intereses, US$ 19,020 millones el próximo año, US$ 19,270 millones en el 2023 y US$ 4,856 millones en el 2024. (Foto: EFE)

canceló este miércoles un pago de capital por US$ 1,880 millones al , mientras negocia con ese organismo un acuerdo de refinanciación de deudas por unos US$ 45,000 millones, confirmaron fuentes oficiales.

El compromiso que se saldó este miércoles es el primer pago de capital previsto en el acuerdo de auxilio financiero sellado entre Argentina y el FMI en el 2018, durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).

“Hoy, día 22, es el pago de capital de US$ 1,900 millones (sic), que fue ese endeudamiento que tomó en el año 2018 el Gobierno de Juntos por el Cambio”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una entrevista con la radio AM750.

Ese acuerdo estipuló préstamos al país suramericano por hasta US$ 56,300 millones, de los cuales finalmente se desembolsaron US$ 44,200 millones, una deuda que actualmente, por la aplicación de intereses y variaciones en el tipo de cambio, asciende a US$ 45,455 millones.

Según confirmó Guzmán, para hacer frente al vencimiento de este miércoles Argentina recurrió a parte de los derechos especiales de giro (DEG) por un total de US$ 4,334 millones que el propio FMI giró hace un mes al país suramericano como parte de una decisión global del organismo para reforzar la liquidez mundial afectada por la pandemia de

Argentina también prevé utilizar DEG para saldar el próximo vencimiento de capital con el FMI, también por us$ 1,880 millones, previsto para diciembre próximo.

Pesados vencimientos, bajo negociación

Según el acuerdo “stand by” del 2018, Argentina debe cancelar el capital de los créditos recibidos a partir de este mes, con el vencimiento operado este miércoles, y hasta el 2024, pero el Gobierno argentino asegura que el país, que arrastra tres años de fuerte recesión y serios desequilibrios macroeconómicos, no tiene capacidad de pago.

De acuerdo a lo pactado hace tres años, el país debería pagar al organismo, entre capital e intereses, US$ 19,020 millones el próximo año, US$ 19,270 millones en el 2023 y US$ 4,856 millones en el 2024.

El proyecto de ley de Presupuesto 2022, remitido la semana pasada al Parlamento por el Gobierno de Alberto Fernández, no incluye pagos al FMI el próximo año ya que el Ejecutivo da por sentado que se alcanzará un nuevo acuerdo “con condiciones financieras razonables” durante el 2022 “que permita extender los vencimientos más allá del 2024”.

“Se mantiene en marcha la negociación con el FMI para definir un nuevo programa que permita, en primer lugar, un proceso de recuperación de la economía argentina que genere las condiciones para el repago de las deudas con el organismo”, indica el proyecto de Presupuesto.

El Ejecutivo argentino pretende alcanzar con el FMI un acuerdo de facilidades extendidas, con menores tasas de interés y plazos de pago de como mínimo diez años.

Un préstamo “vergonzoso”

El ministro Guzmán reiteró que la deuda contraída con el FMI “es uno de los peores problemas” que deja el Gobierno anterior: “Ese préstamo fue vergonzoso. No se utilizó un solo dólar en mejorar la capacidad productiva de nuestro país, en dar condiciones para que haya más trabajo, más oportunidades, nada de eso ocurrió”, lamentó.

“Parte de ese dinero, alrededor de US$ 21,000 millones, se utilizó para pagar deuda insostenible a acreedores privados extranjeros, que después nosotros reestructuramos, y otra parte, alrededor de US$ 24,000 millones, se fueron de Argentina”, reprochó.

Es por eso que, según remarcó, lo que trata de hacer el actual Ejecutivo es “resolver ese problema”.

“Enfrentar este pago que se hace al FMI no tiene que ver con que nos guste o no nos guste. De hecho, no es que nos guste, sino que tiene que ver con un sentido de la responsabilidad, entendiendo que hay caminos que son realmente desestabilizantes y son peores. Y el camino que buscamos construir es de un acuerdo en el cual se haga lo que nosotros decimos que le hace bien a la Argentina. Y eso se hace en un mundo muy difícil”, reconoció Guzmán.