Exportación de alimentos. (Foto: Difusión)
Exportación de alimentos. (Foto: Difusión)

El Gobierno de no dispondrá de nuevos aumentos en los impuestos a la exportación de alimentos ni intervendrá en el mercado, dijeron dirigentes de las principales entidades agropecuarias, tras participar de una reunión con el presidente

Las mayores asociaciones rurales del país dijeron previo a la reunión que podrían realizar protestas si el Gobierno sube los impuestos a las para intentar controlar la inflación.

“Hoy es importante transmitirles a nuestros productores que no va a haber incremento de retenciones y tampoco intervención”, dijo Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), tras salir de la reunión junto a otros dirigentes del campo.

En medio de una prolongada crisis económica, Fernández acusó a productores agropecuarios de ser uno de los motores de una inflación que llegó al 36% en el 2020 y advirtió que subiría la tasa a las exportaciones si estos no proponen mecanismos para abastecer al mercado doméstico a precios más bajos.

Los líderes de los gremios rurales de Argentina, uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos, mantienen una tensa relación con el presidente de centroizquierda, por lo que sus declaraciones causaron enojo entre ellos.

“No vamos a aceptar ningún tipo de incremento en las retenciones”, dijo Chemes antes de la reunión con Fernández. “Se va a tomar alguna medida de protesta en caso de que el Gobierno avance con estas medidas”.

Los dirigentes de las cuatro principales entidades agropecuarias de Argentina se reunieron con el primer mandatario y otros ministros en el palacio presidencial para intentar llegar a un acuerdo.

“Decidimos que va a haber una continuidad y un acercamiento de reuniones más seguidas porque hay que analizar cómo están funcionando las cadenas”, agregó Chemes al salir de la reunión.

El dirigente dijo que se explicó que el problema de precios reside en la cadena desde el campo a los comercios.

“Se entendió perfectamente que nuestra participación en el precio final es baja”, sostuvo Chemes.

El lunes, CRA junto a la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y Coninagro, las principales entidades agropecuarias del país, difundieron un documento en el que señalaron que de subirse los impuestos a las exportaciones “se desataría un nuevo conflicto con el campo”.

En el 2008, una agresiva protesta del sector que generó desabastecimiento de alimentos en varias ciudades y demoras en las exportaciones obligó al actual presidente y entonces jefe de Gabinete a renunciar a su cargo.

En Argentina actualmente rige un impuesto del 33% sobre las exportaciones de soja y del 31% sobre su aceite y harina derivados. En el caso del maíz y el trigo, el impuesto a sus ventas al exterior es del 12%.

En enero, el Gobierno argentino aplicó límites a las exportaciones de maíz, también arguyendo que era una medida para controlar los precios locales. Sin embargo, dos semanas después eliminó la medida por las fuertes protestas del sector rural, que incluyeron un cese de comercialización de granos.

En los últimos meses, los precios internacionales de las materias primas han llegado a sus niveles más altos en años. Si bien esto beneficia a las arcas fiscales y a las reservas de Argentina, el Gobierno ha señalado a esta tendencia como uno de los factores que impulsan los precios domésticos.

“El Estado sólo tiene dos canales para resolver el problema, dos herramientas que preferiría no usar: subir las retenciones (que en este momento están acotadas) o poner cupos, decir esto no se exporta”, sostuvo Fernández en una entrevista con el diario Página/12 publicada el domingo.