Unión Europea. (Foto: AFP)
Unión Europea. (Foto: AFP)

Los analistas creen que los intereses exigidos a la deuda pública de los países europeos periféricos, entre ellos , seguirán bajos en los próximos años, ya que el mantendrá su política monetaria expansiva aunque la economía se recupere tras la llegada de las vacunas contra el

Este viernes, la rentabilidad del bono español a diez años, el de referencia, marcó un nuevo mínimo histórico en el mercado secundario (donde se negocian los bonos ya emitidos por el Tesoro) y entró por primera vez en la historia en terreno negativo.

Un día antes, el Tesoro Público había colocado bonos a diez años en el mercado primario a un interés negativo, algo que tampoco había ocurrido hasta ahora en ese plazo, aunque sí en otros inferiores.

Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney, cree que el BCE no cambiará su política monetaria hasta que se recuperen los niveles de actividad económica previos a la crisis del coronavirus.

“Los bancos centrales siempre preferirán pecar por exceso que por defecto en cuanto a los estímulos monetarios, dado que recuperarse de cualquier recaída de calado supondría un ejercicio realmente desafiante para la economía”, subraya.

Coincide con Vidal el economista José Carlos Díez, quien destaca la importancia de que el BCE mantenga las compras de deuda hasta marzo del 2022, ya que este hecho permitirá que los intereses no suban.

“Puede que los tipos repunten un poco y que se genere algo de tensión en el mercado en algún momento, pero lo normal es que se mantengan bajos”, afirma Díez.

Para Nicolás López, de Singular Bank, “se espera que el BCE siga comprando deuda pública, por lo que es probable que tengamos por delante unos cuantos años con un mercado de bonos totalmente controlado y con niveles de rentabilidad muy bajos”.

En el mismo sentido se expresa Victor Peiro, de GVC Gaesco, quien afirma que, incluso con una recuperación económica en el segundo o tercer trimestre del 2021, el BCE mantendrá su política monetaria ultralaxa para garantizar financiación barata a los estados.

Si se tiene en cuenta la última reunión del consejo de gobierno del BCE, “no debería cambiar nada”, señala Peiro.

El pasado jueves, el BCE aumentó en 500,000 millones de euros su programa de compra de activos, hasta 1.85 billones, y lo extendió hasta, al menos, marzo del 2022.

Además, el organismo con sede en Fráncfort decidió seguir reinvirtiendo el principal de los bonos adquiridos por la pandemia que vayan venciendo al menos hasta el final del 2023.

Para Vidal, la decisión del BCE de reforzar y prorrogar su programa hasta marzo del 2022 implica que los gobiernos de la zona del euro no deberán preocuparse por la financiación de sus déficit públicos en el 2021.

Este hecho es fundamental para los países, como España, que han aumentado sustancialmente su deuda para hacer frente a la pandemia de coronavirus.

El Banco de España confirmó este viernes que la deuda pública española cerró el tercer trimestre en casi 1.31 billones de euros, lo que equivale a 114.1% del Producto Bruto Interno (PBI), un nivel nunca alcanzado antes.

El Tesoro Público español venderá este martes letras a tres y nueve meses en la última subasta del 2020.

El pasado 24 de noviembre la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, avanzó que las emisiones de deuda previstas para este año quedarían en el 110,000 millones de euros y que se cancelaría la subasta de bonos y obligaciones fijada para el próximo jueves.