India, el segundo fabricante de teléfonos móviles del mundo, está considerando la soberanía de los chips, al tiempo que trata de reducir las costosas importaciones y convertirse en un proveedor global como su vecino China.
India, el segundo fabricante de teléfonos móviles del mundo, está considerando la soberanía de los chips, al tiempo que trata de reducir las costosas importaciones y convertirse en un proveedor global como su vecino China.

En una medida destinada a atraer a los fabricantes de pantallas y semiconductores al país, India aumentará los incentivos económicos para instalar centros de fabricación bajo un plan de US$ 10,000 millones.