(Foto: Reuters)
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La humanidad ha consumido en los últimos 70 años más energía que en los 12,000 años anteriores, lo que ha traído consigo cambios severos en el sistema terrestre e incluso el inicio de una nueva era geológica, según un informe de un grupo internacional de científicos.

Un grupo, entre los que se encuentra el paleontólogo de la FU Reinhold Leinfelder, llegó a esta conclusión al analizar mediante valores de medición geológica el consumo energético de la humanidad en los milenios recientes para determinar la evolución de la llamada

Los expertos observaron un “cambio radical” a partir de la década de los 50 del siglo pasado con “el crecimiento exponencial del consumo energético, el desarrollo de la productividad económica y el vertiginoso aumento de la población” que han dejado conjuntamente “muchas huellas geológicas”, según el estudio del que informa la Universidad Libre de Berlín (FU).

El equipo internacional refuerza la suposición que se debate desde hace tiempo en cuanto a que la humanidad ha iniciado en tanto una nueva era geológica; así, el Holoceno habría dado paso en 1950 al llamado Antropoceno.

Según cálculos de los científicos, el de la humanidad en los últimos 70 años ascendió a × 22 zettajulios, frente a sólo × 14.6 zettajulios en el periodo entre el final de la última Edad de Hielo (hace 11,700 años) y 1950.

El considerable crecimiento en las últimas décadas se ha visto impulsado principalmente por el uso de energías fósiles, que produce en el planeta cambios constantes.

Actividad humana

Los expertos, entre los que figuran muchos miembros del Grupo de Trabajo del Antropoceno de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, subrayan que el cambio climático acelerado es consecuencia innegable de esta evolución y la causa de muchos otros cambios severos en el futuro.

El resultado de sus análisis demuestra, además, que el ser humano ejerce una influencia cada vez mayor sobre el planeta.

Según Leinfelder, el estudio, aparecido en la revista “Communications Earth and Environment”, una publicación relativamente reciente del grupo “Nature Research”, demuestra "cómo todo se relaciona con todo en el Antropoceno.

“Hay que tener la esperanza de que la humanidad aprenda a considerarse una parte del sistema terrestre, que debe seguir operativo y vital como un todo. Nosotros los seres humanos como un colectivo nos hemos metido en este embrollo. Debemos cooperar para volver a salir de él”, advirtió.

Para Colin Summerhayes, geólogo de la Universidad de Cambridge, los resultados del estudio hacen extremadamente difícil a aquellos que quieren sembrar dudas socavar los datos científicos que apuntan al calentamiento global y a otros problemas derivados de “la inmensa influencia de la actividad humana”.

El científico sostiene que “la ciencia es unívoca” y que “ya no es posible explicar de manera inteligente que el ser humano no es responsable del calentamiento global que se extiende desde 1950”.

Los “modelos del sistema terrestre apuntan a que hemos retrasado la próxima era glacial en al menos 50,000 años y que vamos por el mejor camino de poner fin al ciclo glacial-interglacial del Cuaternario tardío”, recuerda por su parte Will Steffen, de la Universidad Nacional de Australia.

La sexta gran extinción

“Incluso si mañana todos los seres humanos emigraran a otro planeta, nuestra influencia antrópica de las últimas generaciones permanecerá por milenios en la corteza terrestre, en los fósiles y en el clima del planeta”, señaló por su parte John McNeill, de la Universidad de Georgetown.

El científico John Day, de la Universidad Estatal de Louisiana, recuerda que con el cambio climático y la destrucción del medio ambiente la humanidad camina hacia la sexta gran extinción masiva en la que “partes significativas de la Tierra se convierten en inhóspitas para el Homo Sapiens por incendios forestales, huracanes e intensas precipitaciones”.

La geóloga en la Universidad de Colorado Boulder y principal autora del estudio, Jaia Syvitski, quien se ha encargado de recoger en un artículo para “Springer Nature” los comentarios de sus colegas, señaló por su parte que para el ser humano puede parecer imposible a primera vista haber transformado de manera completa e “inconscientemente” el planeta.

“Cuando evaluamos nuestros datos me sentí como una reportera de guerra”, agregó, al referirse al trabajo de documentar la huella ecológica de la humanidad a nivel planetario.