Foto: AFP
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El hidrógeno puede ser clave en la transición energética, a condición de tomar medidas de inmediato para aumentar su uso y reducir su coste, según un estudio de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicado en París.

"El hidrógeno disfruta actualmente de una dinámica sin precedentes", dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, citado en un comunicado, gracias en particular a los esfuerzos de los poderes públicos pero también de las empresas en sectores como la energía, el automóvil y la tecnología.

El número de proyectos en el mundo aumenta rápidamente, señala el informe, realizado a la demanda de Japón en el marco de la cumbre del G20.

La AIE advierte sin embargo que hay seguir tomando medidas, en particular para reducir el coste del hidrógeno.

El hidrógeno producido a partir de energía verde sigue siendo caro. Sin embargo los costes de producción podrían disminuir en un 30% antes de final del 2030 gracias a la "caída de los precios de las energías renovables" y a un "cambio de escala de la producción de hidrógeno", indicó la agencia.

Por el momento el hidrógeno se produce casi en sus totalidad a partir de gas y de carbón, lo provoca la emisión de 830 millones de toneladas de CO2 al año, el equivalente de las emisiones sumadas de Reino Unido e Indonesia.

Otra de las dificultades es que el desarrollo de infraestructuras es lento e impide que se adopte el hidrógeno de manera generalizada, según la AIE.

Por eso la agencia recomienda la creación de infraestructuras como canalizaciones para el gas natural.

El hidrógeno, que interviene en el refinado y la fabricación de productos químicos, puede "reducir las emisiones de carbono de cierto número de sectores", sobre todo el del transporte, incluyendo el de larga distancia, así como el sector químico y metalúrgico.