Gary Cohn
Gary Cohn

, quien renunció a su puesto de asesor económico del presidente estadounidense Donald Trump, es un banquero liberal que no encontró su lugar en la Casa Blanca y terminó dando un portazo al proteccionismo.

Su partida se confirmó el martes poco después de una conferencia de prensa del mandatario durante la cual reiteró sus amenazas de imponer fuertes aranceles a las importaciones de acero y aluminio y defendió una agenda proteccionista.

Cohn, de 57 años, llevó a Wall Street a la administración Trump después de ser el número dos del banco de inversión Goldman Sachs durante varios años. Sus simpatías con los demócratas no le impidieron sumarse a un gobierno republicano.

Al asumir como director del influyente Consejo Económico Nacional (NEC por su sigla en inglés), creado en 1993 para asesorar al presidente de en política económica global, Cohn tranquilizó a los mercados, que lo veían como el garante de una filosofía liberal favorable a los negocios.

Su objetivo principal era la aprobación de una reforma fiscal, que finalmente se promulgó en diciembre. Con ellas, las empresas vieron una baja en sus impuestos (de 35% a 21%) y se les dio la posibilidad de repatriar a tasas favorables sus enormes reservas de dinero guardadas en filiales en el extranjero.

"Ha sido un honor servir a mi país y poner en marcha políticas a favor del crecimiento, beneficiosas para los estadounidenses, especialmente con la aprobación de una histórica reforma tributaria", dijo, destacando claramente la razón de su presencia en la Casa Blanca durante poco más de un año.

Supremacistas
Pero en otros temas, las cosas se habían deteriorado entre Cohn y el presidente estadounidense y varios miembros de su entorno, incluido su controvertido exestratega Steve Bannon, quien también abandonó la Casa Blanca en agosto.

Las diferencias salieron a la luz tras las violentas manifestaciones de supremacistas blancos en Charlottesville, (Virginia) en agosto.

Mientras Trump se sumía en declaraciones contradictorias y enrevesadas, rechazando condenar a los grupos neonazis, Cohn, que es judío, dijo que "los ciudadanos que toman partido por la igualdad y la libertad nunca pueden estar en el mismo plano que la supremacistas blancos, neonazis y (grupos racistas como el Ku Klux Klan) KKK".

Según los medios estadounidenses, Cohh puso entonces su renuncia sobre la mesa.

Otro desencuentro entre Cohn y Trump fue la decisión del mandatario de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático, con la que el exasesor dijo no concordar.

"Voz de la razón"
Gracias a su pasado en Goldman Sachs, que compartía con Bannon y el secretario del Tesoro Steve Mnuchin, Cohn tenía como principal cometido asegurar a los mercados que la política económica de Trump se mantendría bajo el credo liberal.

Su llegada a la Casa Blanca también había suscitado temores de un "gobierno de Goldman", debido a la presencia en la administración de Trump de muchos miembros del prestigioso banco. Este peso ahora es escaso.

Tras la partida de Cohn, el presidente estadoundiense deberá encontrar un reemplazo cuando Wall Street observa con sorpresa sus declaraciones proteccionistas y teme los daños que una guerra comercial ocasionaría a los negocios y la economía de Estados Unidos.

"Pronto tomaré una decisión sobre el nombramiento del nuevo principal consejero económico. ¡Muchas personas desean el trabajo - elegiré sabiamente!", tuiteó el miércoles Trump.

Afectada por la renuncia de Cohn la Bolsa de Nueva York abrió en neta baja el miércoles.

"Los mercados veían a como la voz de la razón frente a la guerra comercial en la que Trump parece estar", comentó Gregori Volokhine, analista de Meeschaert Financial Services.

"Su partida significa en el corto plazo que los asesores económicos que ahora rodean al presidente son mucho más populistas y proteccionistas, menos abierto a la economía de mercado", añadió.