Venezuela
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El efectivo es tan escaso en que la cantidad de en funcionamiento en todo el país está al nivel más bajo en casi siete años.

A su vez, la cifra de lectores de tarjetas que ahora se utilizan para pasar tarjetas de débito y crédito en Venezuela por cantidades equivalentes a centavos por dólar -en transacciones como multas de aparcamiento y propinas a camareros- ha aumentado a casi 165,000 desde 2011.

Los datos, incluidos en el boletín oficial, suponen una publicación inusual, aunque obligatoria, por parte del banco central del país, que ha dejado de publicar datos económicos.

La aguda escasez de papel moneda en el país agrava la miseria de los venezolanos, que dependen del efectivo para el transporte público, la gasolina y la compra de alimentos subsidiados. La introducción de una nueva moneda con cinco ceros menos ha hecho poco por aliviar la situación.

Los ciudadanos comienzan a formar largas colas fuera de las sucursales bancarias durante la madrugada y en algunos casos pagan recargos del 200% por papel moneda en Caracas. Cuando ya no hay opciones, a menudo se entrega a los camareros o personal de servicio en gasolineras una galleta o un cigarrillo en señal de agradecimiento.

La hiperinflación en Venezuela superará 1 millón por ciento para finales del año mientras las políticas fallidas del presidente Nicolás Maduro y un gasto descontrolado del Gobierno destrozan la economía del que fue en el pasado uno de los países más ricos de América Latina.

La escasez de alimentos y medicinas están a la orden del día, las interrupciones energéticas son constantes y el agua corriente se ha convertido en un lujo.