La economía de Chile se contraería un 1.3% en el 2023, antes de volver a una tasa de crecimiento anual potencial estimada de 2.5% en el mediano plazo, dijo el viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un comunicado.
La declaración aparece luego de las conversaciones entre el FMI y las autoridades chilenas durante la segunda quincena de octubre.
El pronóstico del FMI está muy por debajo del último pronóstico del gobierno de una contracción del 0.5%, que recortó a principios de este mes después de proyectar una caída del 0.1% en julio.
Para este año, el FMI proyectó un crecimiento de 2.1%, una fuerte caída con respecto al crecimiento del 11.7% en el 2021, ya que el país lidia con una inflación en espiral y una moneda débil.
El organismo dijo que el Banco Central de Chile había endurecido adecuadamente su política monetaria para hacer frente a las presiones inflacionarias, aunque si estas persisten, es posible que deba extender el ciclo de endurecimiento.
Chile podría enfrentar obstáculos internos como una inflación mayor a la esperada, el descontento social por el alza de precios y un progreso lento para satisfacer las demandas sociales, agregó, así como la volatilidad global vinculada a la guerra en Ucrania.
Sin embargo, el multilateral elogió los fundamentos sólidos, incluido un bajo índice de deuda pública, reservas internacionales y líneas de liquidez de divisas.
“El desempeño fiscal superior de las autoridades en el 2022 fue notable”, agregó, destacando la reasignación de fondos para “apoyar a los más vulnerables” mitigando las alzas de precios, subsidiando algunos empleos y realizando transferencias a los hogares.
Con respecto al presupuesto para el 2023 centrado en el gasto social, “sería recomendable ahorrar ingresos mayores a los proyectados y esperar a desembolsar los fondos no asignados”, señaló.
El FMI destacó la importancia de mantener la deuda pública bruta por debajo de un “techo prudente” del 45% del PBI y prevé que la deuda pública bruta aumentará al 40.4% en el 2024.
Fuente: Reuters