Imagen referencial de local de Farmacias Ahumada en Chile. (Foto: Cortesía Sernac.cl)
Imagen referencial de local de Farmacias Ahumada en Chile. (Foto: Cortesía Sernac.cl)

La Fiscalía Nacional Económica (FNE) de recomendó una reforma estructural del mercado de los medicamentos en el país para generar una mayor competencia y bajar su precio, en el país con los remedios originales más caros en América Latina.

El mercado de los medicamentos “opera en Chile de la misma forma que cualquier otro mercado de consumo masivo en que se compite por marcas, como los automóviles, el vestuario o los celulares, por ejemplo, y esto se debe a que la política de bioequivalencia no ha sido efectiva”, afirmó el fiscal nacional Económico, Ricardo Riesco.

Los chilenos pagan en promedio un 38% más por los medicamentos originales (protegidos con patentes) que en Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú, aunque los remedios “genéricos” son 65% más baratos, de acuerdo a datos de la consultora IQVIA.

Pero en el país existe un tercer tipo de medicamento, "los genéricos de marca", una opción que concentran las mayores críticas, porque sobre ellos operan grandes acciones de marketing que hacen que los médicos los receten mayoritariamente, con un costo tres o cuatro veces mayor que los "genéricos puros".

De acuerdo al estudio de la FNE, el 80% de los medicamentos inscritos en Chile no tienen alternativas bioequivalentes y "los laboratorios realizan inversiones superiores a US$ 200 millones al año para promover sus marcas entre los médicos, quienes recetan tales productos a sus pacientes en vez de otras alternativas técnicamente equivalentes y más baratas".

El alto costo de los medicamentos figura como uno de los reclamos de los chilenos durante el estallido social que se inició hace un mes en el país.

La FNE recomienda introducir más medicamentos bioequivalentes (genéricos certificados por el Estado) en el mercado y obligar a los médicos a recetarlos como primera opción. Además de obligar a las farmacias a dispensar medicamentos más baratos y que el Estado compre de manera más transparente, eficiente y efectiva.

Con la implementación de estas medidas, la FNE estima que se podría lograr un ahorro de entre 20% y 40% en promedio en el precio de los medicamentos que se vendan en farmacias y que tengan alternativas bioequivalentes.

La reducción significaría, además, un impacto anual de entre US$ 76 millones y US$ 380 millones en el mercado de medicamentos en farmacias, que mueve al año aproximadamente US$ 1,500 millones.